Catón.-
Musmé, joven mujer oriental de ojos rasgados, cabellera de azabache y tez como pétalo de flor de loto, dio a luz un robusto bebé de piel blanca, ojos redondos y cabellitos rubios. El padre de la muchacha le preguntó, severo: «¿Cómo explicas esto?». «No lo entiendo -vaciló Musmé-. Supongo que a veces suceden occidentes». La abejita le dijo a la florecita: «Creo que ha llegado el momento de que te hable de los hombrecitos y las mujercitas». «¡Haiga cosas!», exclama la gente del Potrero para manifestar asombro o admiración. Pues he aquí que el llamado -o como se llame- Partido Verde Ecologista de México, que ni es partido, sino negocio particular; ni es verde, sino del cambiante color que en cada coyuntura le conviene; ni es ecologista, sino pancista, oportunista y ventajista, he aquí, digo, que faltando una semana para la elección de gobernador de Coahuila el tal PVEM dio el chaquetazo, abandonó a su muy buen candidato, Lenin Pérez, y se adhirió a la causa de Morena en la persona de Santana Armando Guadiana Tijerina. «¡Haiga cosas!», digo yo también. ¡El partido que se dice defensor de la naturaleza y sus criaturas brinda su apoyo a un empresario taurino, ganadero de reses bravas y propietario de una plaza de toros! Cualquier mal pensado pensará que en este enjuague anda don Dinero, o que se están dilucidando cosas del registro o las prerrogativas, o que hubo bajo mesa ofrecimiento de chambas para los saltimbanquis y volatineros verdes. El partido de marras usa por símbolo un tucán. Debería adoptar como emblema a una urraca, pájaro de cuenta que tiene fama de ser hábil en toda suerte de marrullerías. Todo esto me mueve a repetir aquello de «Un voto por Morena o por el PT es un voto contra Coahuila» y añadir ahora al Verde en el listado de los partidos que, si se les da ocasión, harán daño al estado. ¡Haiga cosas!. Aquellos esposos desavenidos, cuya relación se estaba yendo a pique, decidieron acudir a la consulta de un consejero matrimonial. La señora habló primero y se quejó, molesta: «Mi marido es fanático del futbol. Se la pasa viendo todos los juegos en la tele; su único tema de conversación es el futbol; sólo piensa en las cosas del futbol». «No le haga caso, doctor -la interrumpió el sujeto-. Está fuera de lugar». El reverendo Rocko Fages, pastor de la Iglesia de la Quinta Venida (no confundir con la Iglesia de la Quinta Avenida, que es fifí), se hallaba a solas con la hermana Sister, organista de la congregación, en la sala de la casa pastoral. Le dijo ella de pronto: «¡Deme un beso, hermano Fages!». «Oh, no -se apresuró a negar el reverendo-. Eso sería faltar a mis deberes de pastor». «¡Por favor, béseme!» -repitió su ardiente instancia la mujer. «Le digo que no -volvió a oponer el predicador-. Hacer tal cosa sería incurrir en pecado de fornicación». «¡Le pido un solo beso! -insistió con pasión la hermana Sister-. ¡Uno nada más!». «Ni uno solo -se mantuvo firme el pastor-. Ese beso podría llevarnos al camino de la lujuria, y por tanto de la condenación. Es más: ni siquiera deberíamos estar cogiendo». FIN.
MANGANITAS
Por AFA.
«. Piden diputados morenistas que también a ellos los declare Perú personas no gratas.».
En vano son sus reclamos,
y hacen mal en dar la lata.
Lo de «persona no grata»
aquí ya los declaramos.