Jaime Luis Soto
Rumbo al 2024, en Tamaulipas hay indicios de que la posible alianza entre el PRI y el PAN podría tener sus contratiempos ante las nuevas circunstancias que se viven.
Y es que, como es del dominio público, el PAN dejó de ser el partido en el poder luego de su estrepitosa derrota el año pasado cuando Morena le ganó la gubernatura.
Una derrota, por cierto, muy dolorosa…
Eso debilitó bastante al partido albiazul, y si bien el PRI no vive sus mejores tiempos, de ganar en Coahuila el próximo 4 de junio impactaría positivamente en el ánimo de los militantes tamaulipecos del tricolor.
Allá, en Coahuila, que es un estado que siempre ha sido gobernado por el PRI, las encuestas dan como posible ganador al candidato priista, MANOLO JIMÉNEZ.
¿Qué fue lo que pasó…? Los que saben de aguacates y hierbas medicinales, tienen la teoría de que el candidato de Morena, ARMANDO GUADIANA, desde un principio no fue factor de unidad hacia el interior del morenismo en aquella entidad.
Aunado a ello, está la rebeldía del candidato del PT, RICARDO MEJÍA, quien de ser un muy alto funcionario de la 4T, decidió brincar las trancas y sin pedir permiso participar en la contienda electoral.
Hay que destacar que en Coahuila fue el PRI quien tuvo mano para designar al candidato a la gubernatura y, de ganar, subirían los bonos del partido tricolor.
¿Qué impacto tendría eso en Tamaulipas…?
Pues que aquí, los priistas, llegado el momento, exigirían también tener preferencia a la hora de designar a candidatas y candidatos de la posible alianza PRI-PAN-PRD.
De hecho, el dirigente priista, CARLOS SOLÍS GÓMEZ, ya dejó entrever que pedirán tener mano en algunos distritos y municipios.
Sin embargo, todo parece indicar que el dirigente del PAN, LUIS RENÉ CANTÚ GALVÁN, propondrá que sea su partido quien tenga preferencia a la hora de seleccionar los candidatos.
Entonces, lo que se avizora es que la posible coalición PAN-PRI-PRD tendrá días muy complicados para ponerse de acuerdo en la selección de las y los candidatos a las diputaciones y alcaldías.
Nada nuevo bajo el sol. En anteriores elecciones, las dirigencias estatales del PRI y del PAN tuvieron fuertes diferencias y los reclamos sobraron luego de los desastrosos resultados.
Hubo reparto de culpas, nadie reconoció errores…
