noviembre 21, 2024
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Melitón Guevara Castillo

Arrollados: actitudes y mensajes

junio 4, 2024 | 162 vistas

Conocidos los resultados de las elecciones presidenciales vale anotar que no hubo sobresalto: se confirmaron las tendencias que mostraron las encuestas. Incluso fue un triunfo de Morena con un poco más de puntos. En términos formales ganó Claudia Sheinbaum; y en los reales gano Andrés Manuel López Obrador, pues él sentenció que la elección sería un referéndum sobre su gobierno. El resultado de la elección evidencia una vez más que AMLO es un verdadero estratega político.

Los votos emitidos el dos de junio son para hacer una introspección tanto a la ciudadanía, como a los actores políticos, sobre todo a los que son parte de la oposición. Bien lo dicen, Alejandro Cárdenas y Marko Cortés ganaron, serán legisladores, al igual que uno que otro de sus compinches; la que perdió fue Xóchitl Gálvez y la oposición en su conjunto. Perdió por una serie de factores, entre ellos, el mensaje a los electores, así como la actitud de los líderes de oposición.

 

EL MENSAJE

 

Los expertos en comunicación bien que lo saben: para que el mensaje tenga un efecto positivo, se requiere que sea aceptado por el receptor. En este caso, creo que la oposición equivocò el mensaje: los candidatos de la oposición hablaban de un cambio, de recuperar programas y políticas públicas. La cuestión es que, si algo tiene la 4T, es que se ha granjeado a gran parte de la población con sus políticas públicas sociales: los gobiernos anteriores en pocas palabras escamoteaban los recursos de los programas sociales… la 4T los entrega… y así pregonaban un cambio.

La oposición, en pocas palabras, no fue capaz de dar coherencia a sus mensajes; mismos que chocaban con las actitudes y acciones de sus líderes, sobre todo de Alejandro Cárdenas como de Marko Cortés: no podían hablar de valores, de honestidad, de cumplirle a la gente, porque su historia no puede ser desmentida con palabras, tiene que ser con hechos. En cambio, el mensaje de Morena y de Claudia fue consecuente: construir el segundo piso de la 4T, es decir, seguir apoyando una y otra vez a los pobres. El resultado está a la vista.

 

EL ENEMIGO

La polarización de la población mexicana es un hecho. No se puede negar porque se vive todos los días. Pasadas las elecciones, parte de esa polarización se atrevió a consignar que el pueblo mexicano es tonto, porque les da más y más poder a quienes, unos ven como ambiciosos de poder, que buscan sentar las bases de un gobierno sin contrapesos. En una guerra, sin duda, la mejor arma para derrotar al enemigo, es conocerlo: y eso es precisamente lo que sabe AMLO, pero la oposición se pierde.

La 4T sabe bien quienes son sus enemigos y, por eso, buscan destruirlos: el Poder Judicial, quieren que jueces y magistrados sean electos por el pueblo, son acusados de apoyar a los neoliberales y conservadores; a los órganos autónomos, porque viene de los conservadores y, además, sin ellos es posible vivir en la función pública opaca y sin rendición de cuentas; a la oposición, a los partidos políticos, para convertirse el gobierno de un partido predominante.

 

ACTITUDES Y MENSAJES

En más de una ocasión la actitud de Xóchitl fue de frivolidad, pero también de emitir mensajes que chocan con la realidad. Por ejemplo, eso de decir que se tiene que cerrar la refinería de Madero, pues se echa encima a trabajadores y población; como también de que no está de acuerdo con las maquiladoras, porque explotan al trabajador… pero, el trabajador en ciertos casos, y en ciertos lugares, lo que quiere es trabajo. Y es lo que dan las maquiladoras.

En cambio, una y otra vez, Claudia Sheinbaum no se salió del guión. Se mostró disciplinada, mostró un mayor control de sus emociones y del contexto. En fin, la oposición se vio descontrolada, no logró impactar en la población por sus mensajes y actitudes, sus propuestas no calaron hondo, porque chocaban contra una realidad: la 4T es el gobierno de los pobres y, con todo de que tiene sus errores, sus aciertos los borran. Vale consignar que la tarea de la presidenta electa ya tiene dos buenas decisiones: que continúe el secretario de Hacienda, con todo y que el anuncio lo hizo AMLO, y que sea el exrector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente el responsable del equipo de transición.

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