noviembre 21, 2024
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Dhena Mansur Sánchez

Deja de esperar

marzo 4, 2024 | 234 vistas

No sé si les pase, no creo ser la única, pero últimamente la gente es sumamente fría. Tomas la iniciativa para tener una amistad y solo recibes indiferencia, rechazo; das todo de ti en amistades que ya tienes siendo leal y al final del día esas personas, en vez de valorarte y procurarte, no tienen la más mínima gratitud y prefieren cambiarte por quien nunca movió una piedra por ellos. Así las cosas, hoy en día, me sorprende la manera en que la gente utiliza sus sentimientos, sus valores y costumbres, es como si no tuvieran lo que me gusta llamar memoria emocional.

Dicen que debemos dar sin esperar nada a cambio, pero siempre he pensado distinto, siento que este mundo sería mejor si viviéramos en un constante “dando y dando”; devolverle a la vida todos esos gestos que recibimos de personas que se convierten en ángeles y ser también un ángel en el camino de quienes se te atraviesan, en pocas palabras, ser agradecidos, tener gratitud, que es definitivamente la memoria del corazón, ese boomerang tan anhelado, pero en peligro de extinción.

Dadas las circunstancias de esa sequía afectiva que vivimos, llegué a la conclusión que por más que se quiera, no podemos lograr que las personas sean como deberían ser, hoy en día, sin generalizar, pero la mayoría de las personas están enojadas, están en otro mundo, no son receptivas, solo buscan recibir sin dar, es un cuento de nunca acabar y en ese inter los que sí buscamos esa retroalimentación solo nos seguimos lastimando, somos seres que tenemos amor en nuestro corazón y que queremos que aterrice en otro lugar, lugar que lamentablemente tiene las puertas cerradas, tiene rencor, indiferencia, frialdad o simplemente objetivos que no son los mismos. No olvides que nadie es como tú, por ende, nadie piensa igual que tú; lo que para ti puede ser todo en la vida, para la otra persona es nada. Así que es por eso que tenemos que proponernos el ya no esperar más, es muy duro dar y no recibir, pero es todavía más duro estar siempre esperando, es un daño tremendo a ti mismo el seguir creándote falsas expectativas de personas que no te consideraban como tú a ellas. Al momento de ya no esperar nada de los demás estarás tomando la responsabilidad de tus emociones, de como también influyen las actitudes de los demás en ti evitando que te afecten. Permítete tener una actitud menos exigente y en automático dejaras a un lado toda esa frustración que traía consigo el esperar algo de las demás personas. Veamos si nos funciona, pero debemos intentar aplicar estos consejos para tener éxito y dejar de hacernos daño a nosotros mismos.

Primer consejo, las personas que suelen esperar algo de alguien son muy perfeccionistas, es por eso que esperan que los comportamientos del otro sean iguales, así que es básico dejar a un lado el perfeccionismo.

Segundo consejo, no esperes que las personas te conozcan o sepan a ciencia cierta cómo eres y como esperas ser tratada, no están obligados a saberlo y solo lograras sentirte mal contigo mismo.

Tercer consejo, la gente piensa que si haces algo por ellos es porque lo que quieres es una recompensa no porque esos son tus valores, tú bien sabes que no buscas recompensa, simplemente así eres y así siempre piensas actuar.

Cuarto consejo y mi favorito porque les comparto que me he visto en esta situación, no le dejes la responsabilidad de tu felicidad a quienes te rodean, al esperar de los demás estas condicionando tu felicidad en base a sus acciones.

Quinto y último, aplica la resiliencia, por ejemplo, alguien te dio la espalda, alguien que considerabas un amigo entrañable, el que menos pensabas que lo haría, esa plantita que fue la que más regaste de todas sin esperar nada a cambio, de la que esperabas puras cosas buenas o al menos lo mismo pero nunca una triste decepción mucho menos que sacrificara tu amistad, así que ante ese torbellino de emociones inesperadas es ahí donde viene el ser resiliente, que es el sacar tu capacidad de adaptación frente a ese agente perturbador, el aprender la lección y buscar seguir adelante a pesar de las circunstancias. Si te sentiste identificado con cualquiera de estos puntos, guárdalos en un rincón de tu mente y tenlos listos para que cuando la situación lo amerite ahí los tengas para ti. Esa frase que dice “no esperes nada de nadie” no tienes que seguirla siempre al pie de la letra, así como tú que siempre buscas dar, sé que por ahí hay muchas personas así, pero por si las dudas no te las topas y das sin ningún éxito, no te frustres, mejor no olvides estas dos premisas:

1.- El que gana no es el que recibe, en realidad el que gana es el que da.

2.- Y cuando no seas correspondido en tu intento por dar, recuerda que tienes la capacidad de controlar tus emociones y es así como tomarás las riendas de tu actitud ante la vida y al hacerlo no solo lograras ser más feliz, sino que también mejorarás tus relaciones con los demás. ¡Gracias!

 

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