abril 17, 2025
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Mauricio Zapata

¿Derecho o exceso?

marzo 24, 2025 | 437 vistas

Hace unos días, se armó un debate en redes sociales porque algunos funcionarios asistieron al concierto de María José en Ciudad Victoria.

Nada fuera de lo normal: políticos, empresarios y figuras públicas suelen estar en este tipo de eventos.

Pero la reacción de la gente fue inmediata: “¿cómo es posible que, en tiempos de crisis y recortes presupuestales, los servidores públicos disfruten de espectáculos de este tipo?”. Cuestionaron.

Y es que el tema no es si pueden o no divertirse. Claro que tienen derecho a la recreación como cualquier ciudadano.

Son humanos y no pueden estar encerrados en una oficina las 24 horas. Son personas, no máquinas. Y tienen todo el derecho al descanso y al esparcimiento. Es sano… y eso les sirve para “cargar pilas”.

Sin embargo, el problema radica en la percepción pública. Cuando se es una figura, en este caso, un servidor público, está en el escrutinio del ciudadano y éste suele preguntar: “¿No hay asuntos más urgentes que atender?”

La clase política tiene que entender que la confianza ciudadana está desgastada. No es que esté mal que vayan a conciertos, pero en un país tan polarizado y ante tanto debate sobre la congruencia, su presencia en este tipo de eventos podría mandar un mensaje contradictorio.

Mientras la gente hace malabares para llegar a fin de mes, ver a sus representantes en primera fila de un espectáculo genera una sensación de desigualdad y desconexión con la realidad.

Ojo, -insisto- no es que esté mal que vayan, pero hay que entender la percepción general.

¿Significa esto que deberían privarse de cualquier tipo de entretenimiento?

No necesariamente. Pero sí implica que deben medir las repercusiones de sus acciones.

Y, sobre todo, no rasgarse las vestiduras por la crítica que mucha gente, sobre todo detractores, harán sobre el tema.

En la era de las redes sociales, donde cualquier foto se vuelve viral en segundos, es lógico que su comportamiento esté bajo la lupa.

Al final, la política también es percepción, y a veces la mejor estrategia no es demostrar que “son como todos”, sino actuar con la prudencia que su cargo exige.

EN CINCO PALABRAS.- Tampoco es para tanto ruido.

PUNTO FINAL.- “Quien vive del pueblo, vive para el pueblo”: Cirilo Stofenmacher.

X: @Mauri_Zapata

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