Hace algunos meses vi por televisión un reportaje sobre el agua. Una universidad, no recuerdo si española o inglesa, presentó las conclusiones de una investigación sobre el ciclo del agua. Y es alarmante: que el ciclo del agua ha cambiado, digamos para mal, hace más de 50 años; que ha sido gradual, pero hoy en día, sus consecuencias son graves para la humanidad en su conjunto. Lo estamos viviendo en Victoria: la escasez cada vez es más grave y, en algunas partes del país, ya hasta tienen métodos y procesos para reciclarla.
El ciclo del agua lo aprendimos desde la primaria. En internet lo explican así: “El agua se mueve entre la atmosfera y la superficie a través de la evaporación, evapotranspiración y precipitación. El agua se mueve a través de la superficie mediante deshielo, escorrentia, y flujos de agua. El agua se mueve hacia el suelo a través de infiltración y recarga de aguas subterráneas”. Es, quiérase o no, el ciclo que se ha transformado: mientras no llueva, no tendremos más agua.
PROBLEMA ENERGÉTICO
Igual sucede con la energía. Hay distintos tipos, pero por muchos años, los más usados han sido el carbón como el petróleo. Son, quiérase o no, recursos naturales, que un día pueden acabarse. Por eso, las políticas energéticas globales, que tienden a las energías naturales, que incluso en algunos países ya tienen fecha para la transición. En México, al contrario, en el presente sexenio, que es cien por ciento nacionalista, intenta que seamos autosuficiente y, su política, ha sido que el Estado retome el control tanto del petróleo como de la generación de energía.
El calentamiento global es inevitable. Lo estamos sufriendo con una tremenda ola de calor. Y las consecuencias, precisamente por el incremento en el uso de energía, son los apagones. Ya lo vivimos hace varios años; en aquel entonces el Presidente minimizó el problema; incluso, se debe recordar, como en el caso de los apagones en Tamaulipas se culpó a un incendio cerca de Padilla, que contaron, afectaron a las líneas de trasmisión. La cuestión es que, si no hay medidas preventivas, cada vez será más frecuente.
LASTIMAMOS A LA NATURALEZA
Los recientes apagones afectaron a 16 Estados. Y es momento en que, tanto el Estado como los ciudadanos, debemos tomar conciencia y desarrollar acciones que no lastimen a la naturaleza. Por ejemplo, nos dicen que plantemos arboles; pero ante la escases de agua en algunos lugares está prohibido regarlos y, si lo haces, la multa es de cinco mil pesos. Hay que agregar, además, la tala inmoderada de árboles; como bien dicen los vecinos de la interejidal, que todos los días ven pasar buen número de camiones cargados con madera.
El ciclo del agua se ha trastornado: las presas están casi secas… y ante la falta de lluvias, por efecto del clima, las olas de calor propician que se consuma más y más energía, de tal suerte que no se cuenta con el abasto suficiente y vienen los apagones. Ahora nos recomiendan que, quienes disponen de aire acondicionado, lo prendan a un nivel de 24 o 25 grados, porque entre menos grados, se requiere más energía para llegar al nivel de enfriamiento deseado.
APAGONES IMPREVISTOS
En estos días de calor 16 estados se vieron afectados. Pero, amables lectores, les cuento que hace días más de un hotel victorense se benefició con el apagón. Pero no el que proviene de la carencia de energía; sucede que un conductor, se presume, en estado de ebriedad, ocasionó un fuerte accidente: se llevó de encuentro a un poste de la luz y todo un sector de la ciudad, con este calorón, se quedó sin la energía eléctrica. Así que, los que pudieron, optaron por ir a dormir a un hotel.
Un hecho particular trastorno la noche de un buen número de familias. Y se entiende que, muchas afectaciones de la naturaleza, proviene de la acción, quizá irresponsable o consciente, como es el caso de los incendios que están a lo largo y ancho del país, y Tamaulipas no es la excepción. Incendios que destruyen a la naturaleza. El cañón del novillo, ¿Quién no lo conoce o ha oído hablar de él?, se está quemando y precisamente ayer pedía voluntarios y apoyo a la población, puesto que, afirman, las autoridades brillan por su ausencia.
COBRA FACTURA
Bien lo dicen, la naturaleza es sabia. Con todo lo que está sucediendo vale recordar la expresión de que nos cobra la factura por lo que le hacemos, o por lo que dejamos de hacer. La cultura educativa debe llevar a crear la conciencia sobre el cuidado, la protección y el desarrollo de la naturaleza. El calentamiento global, la falta de agua, la carencia de energía, quiérase o no, son consecuencia de cómo la humanidad, sus distintos países y sociedades, han desarrollado una forma de vida… es preciso recuperar a la naturaleza, voltear a verla, protegerla, cuidarla y desarrollarla.