noviembre 21, 2024
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Melitón Guevara Castillo

Expertos, tramposos e ignorantes

abril 30, 2024 | 157 vistas

Melitón Guevara Castillo

 

A finales de los setenta trabajé en un juzgado penal. Así pague mis estudios universitarios; mi trabajo consistía en tomar las declaraciones a los presos, a los testigos y ser el escribiente en las diligencias penales. Así fue como conocí a muchos abogados, buena parte de ellos se convirtieron en mis amigos,  incluso me alentaron a que estudiara leyes. De esta forma es como puedo decir que hay excelentes abogados, otros son tramposos, e incluso hay unos que son medio ignorantes de las leyes, que son su material de trabajo.

La elección del 2024 ha sido una elección judicializada desde el inicio, espero que no suceda lo mismo con los resultados. Judicializada porque buen número de ciudadanos reclamaron sus derechos cívicos y políticos; porque hemos sido testigos de cómo, unos y otros, acudieron a los jueces y magistrados en busca de protección judicial y alcanzar así una oportunidad más para ser candidatos. Así, hemos sido testigos de cómo la ley tiene muchos recovecos; de cómo, abogados y juzgadores dan muestra de su capacidad para conocer y torcer la ley.

 

EXPERTOS Y MALOS

En mi paso por el juzgado conocí casos, de esos que son complicados, por los hechos y los intereses en pugna. Conocí abogados que, en defensa de su cliente, alegaron una y otra vez, hasta conseguir la libertad o la reducción de la pena; también conocí a jueces, como Alfonso Rojano López y Rogelio Covarrubias, que mostraban sus conocimientos y experiencias al responder jurídicamente un amparo, al emitir una sentencia…y ponían en su lugar a las partes del juicio: a los agentes del Ministerio Público, a los abogados defensores, sobre todo al de oficio.

También conocí a abogados que, sin escrúpulos, no hacían el trabajo correspondiente. En la diligencia inicial, declaración, ahí estaba el abogado defensor; al tomar la palabra, por lo regular, solicitaban la libertad caucional y era todo: cuando el expediente estaba listo para sentencia, hacían conclusiones de defensa, sin haber promovido diligencias o investigaciones para apoyar a su cliente. Otros, también sin escrúpulos, aleccionaban al testigo para ajustar las declaraciones de unos y otros.

 

JUSTICIA PARA CASTIGAR

El abogado Juan Velázquez, hace muchos, en un programa de televisión aseguró que la justicia no se vende, ni está al mejor postor. Alegó que lo que sucedía es que había clientes que no tenían recursos económicos para contratar una buena defensa. La justicia, vista desde su procuración y administración, nos ha mostrado, en el presente sexenio, que fácilmente se puede convertir en un instrumento para la venganza, para satisfacer intereses ilícitos o, incluso, hasta políticos.

Hay múltiples casos. Por ejemplo, Ernestina Godoy como fiscal de la CdMx fue parte de un proceso judicial que involucró a un familiar político del fiscal Alejandro Gertz Manero: la acusada estuvo en prisión por un delito que no existe en el Código Penal. Hasta un libro se hizo del caso. En este momento Juan Collado, abogado de la élite política, tiene una denuncia en contra Julio Scherer, por presunta extorsión. El caso es que hace días le negaron a Scherer el contenido de la carpeta de investigación: porque no está detenido ni lo ha llamado a comparecer una autoridad. En fin, Juan Collado ya está en libertad por los delitos que lo acusaron.

 

DERECHOS POLÍTICOS

El mejor ejemplo de lo que sucede con la ley, con su aplicación o uso, está en presente sexenio. Fuimos testigos de cómo, una y otra vez, se dijo que había candidatos sin derecho por tener problemas con la justicia. Los casos más evidentes son el de Carlos Peña, que hasta sustituto habían nombrado, hasta que hablaron los jueces. El otro caso es el de Francisco Javier García Cabeza de Vaca: señalando tener vigentes órdenes de aprehensión se cuestiona que sea candidato a diputado federal plurinominal, amparos van y vienen, que modifican el status, hasta que el Tribunal Electoral, argumento que no tiene derecho a ser candidato y pide que lo sustituyan.

La novela no acaba ahí: un juez ante petición expresa, resuelve que si tiene derechos políticos, que no es un prófugo, y pide que le restituyan la candidatura. En fin, versiones van y vienen, de que la resolución del tribunal electoral es inatacable, pero a fin de cuenta, para este martes se contempla que el INE vuelva a discutir el caso. Hasta donde se sabe, el proyecto es volver a rechazar la candidatura; alegando, precisamente, de que la resolución del Tribunal es inatacable.

En fin, si revisamos unos y otros casos, vamos a encontrar que la ley, con sus recovecos y atajos, nos muestra que, efectivamente, hay abogados y jueces que son expertos, otros tramposos y unos, de plano, ignorantes.

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