Por Rogelio Rodríguez Mendoza.-
EL GRITO, LA PREOCUPACION.- Eso de que la autoridad está buscando una sede alterna para dar el grito, significa que el conflicto entre el magisterio y la Secretaría de Educación sigue estancado.
Ninguna de las partes quieren ceder, lo que significa que a ninguna parece importarles que quienes están pagando las consecuencias sean los miles de alumnos que siguen perdiendo días de clase.
De por sí que el tema del covid-19 causó un grave daño a la chamacada por casi dos años con clases virtuales, como para que ahora se recurra a un paro, solo porque ni el SNTE ni el patrón gobierno han sido capaces de encontrarle una salida al conflicto que ya cumplió diez días.
Esperemos que la cordura llegue pronto, tanto a los maestros como al mismo gobierno estatal, y que se apuren a encontrar una salida a la encrucijada en que están inmersos.
Un poquito de humildad en ambos bandos sería de mucha ayuda y evitaría el escalamiento de una crisis que, insistimos, está dejando como principal damnificado a la niñez tamaulipeca.
Porque pareciera que las negociaciones están atoradas precisamente por el ego de las partes. Ninguna se quiere ver débil.
¿Por qué no enviar a doña Lucía Aimé Castillo a otra instancia gubernamental para designar a un nuevo o nueva Secretaria de Educación? ¿Por qué no aprovechar la coyuntura para hacer ajustes en el gabinete? Motivos hay porque algunos secretarios nada más no dan una.
Por lo pronto, parece que la prioridad en estos momentos es cómo hacerle para que haya grito la noche del 15. Lo demás puede esperar.
RIESGO MORENISTA.- Mal le pintan las cosas al morenísimo tamaulipeco, porque a pesar de tener enfrente una elección de mucho riesgo pareciera empeñado en sumar enemigos que, llegado el dos de junio, pudieran significar muchos votos en contra.
El mejor referente de que no están pensando en lo que viene en el 2024, es ese pleito con el sindicato magisterial, lo cual significa que no están valorando en su real dimensión el peso que puede tener el voto de los profes al momento de definir la derrota o el triunfo en las urnas.
El SNTE representa, por lo bajito, entre 180 mil y 200 mil votos , tomando en cuenta de que por cada maestro el sufragio se multiplica, mínimo, por tres, los cuales podrían terminar en manos de la oposición.
Si en Morena andan pensando que el dos de junio irán a un día de campo, andan bastante equivocados, porque no será nada fácil mantener la mayoría en el Congreso del Estado ni mantenerse como gobierno en la mitad de los municipios tamaulipecos.
De ahí la importancia de que en la negociación que se llegue a dar con el SNTE, se busque garantizar seguirlo teniendo como aliado.
NEGOCIAZO.- Lo que son las cosas: algunos exfuncionarios del pasado reciente han encontrado una gran oportunidad de negocio con la crisis del agua que padece Victoria.
Se sabe que hay varios de ellos que optaron por comprar flotillas de pipas para vender agua en aquellos sectores a donde no está llegando.
Lo criticable del asunto es que, aunque algunos actúan de buena fe tratando de realmente apoyar a la población más vulnerable, son más los que están vendiendo el agua a precio de oro.
No estaría nada mal que la autoridad, tanto la estatal como la municipal, comenzaran a reglamentar esa actividad para frenar los abusos en los precios que imponen los piperos, porque resulta injusto que se siga exprimiendo el bolsillo de cientos de familias.
ASI ANDAN LAS COSAS.