Diego López Bernal.-
Como lo anticipamos, nos dimos la vuelta a la Feria Tamaulipas 2023.
Lo que más llamó nuestra atención es que las personas con alguna
discapacidad tienen todas las ventajas que pueden otorgarse; no tienen
necesidad de hacer filas (algo que debe de ser elemental en todos los
ámbitos de la sociedad), también tienen espacios adecuados en muchos de
los atractivos y no pagan por disfrutar de los juegos mecánicos ni la entrada.
Aplausos por esta noble acción.
Claro, es inclusiva al 99 por ciento porque nunca falta el detallito. En
este caso es que algunos empleados de los juegos no respetan la gratuidad
para las niñas y niños con capacidades distintas, para lo que algunos
alegan no haber sido informados al respecto, por lo que a dos días de
inaugurada la Feria concluimos que le hacen al vivo o de plano a algunos
trabajadores se les olvidó avisarles. Eso sí, al momento que los padres de
familia hacen valer el derecho la gente de logística actúa de inmediato.
Otro punto a favor de esta nueva edición es que no vimos atracciones
mecánicas viejas, por el contrario, todas lucían en buen estado y unas de
plano nuevecitas, como la rueda de la fortuna que nada más y nada menos
tiene una altura de 35 metros, algo digno de admirar y que invita a subirse.
Y volvemos a la inclusión pues este juego cuenta con una canastilla
especial para las personas que usan sillas de ruedas. Más aplausos.
La seguridad también está al más alto nivel. Los agentes de la Policía
Estatal en las entradas ahora no tenían cara de pocos amigos, como en
ocasiones anteriores, y su trato cordial destacó, así como la mayoría de los
policías (y hasta soldados) que vimos haciendo rondines por todo el recinto
ferial, que lució de nueva cuenta a reventar, al menos en el primer fin de
semana. Eso también merece aplausos del respetable.
Ahora bien, ¿quieren tarea para el próximo año? Ya va siendo tiempo
de ampliar y modernizar los cruceros a lo largo y ancho del libramiento
Naciones Unidas, algo urgente que se puede ver en las horas pico de
cualquier jornada laboral pero que se magnificó de las siete de la tarde en
adelante, cuando el grueso de los visitantes usaban dicha vialidad para
trasladarse a la Feria. Las filas en los cruceros con la carretera a
Matamoros (por la FGJE) y el bulevar Tamaulipas (Liverpool) eran
kilométricas en la circulación hacia el recinto ferial; bueno, hasta en los
semáforos del 16 era la locura.
¿Y de estacionamiento cómo andamos? Ya sabrán, resulta imposible
dar cabida a todos por lo que la mejor recomendación es ir temprano o de
plano contratar servicio de taxi; claro, como en todo hay horas pico, pero en
general los estacionamientos del Parque Bicentenario se llenan desde antes
de que caiga la noche (aunque no pasamos por el lado del bulevar, salta la
duda si se puede habilitar el San Marcos como estacionamiento temporal).
Así que en esas andamos con la estacionadera.
Hecho está. Aplausos para el gobierno de AMÉRICO VILLARREAL
ANAYA por echarle ganitas a la Feria Tamaulipas 2023 y a su esposa,
MARÍA SANTIAGO, quien seguramente desde el DIF estatal tuvo mucho (o
todo) que ver para que la fiesta de todos los tamaulipecos sea inclusiva. Y a
ustedes… ¿Les llenó el ojo? A nosotros sí nos quedaron ganas de ir de
nuevo porque hasta La Monja nos cayó bien.
