Rogelio Rodríguez Mendoza.-
REBELIÓN EN PUERTA.- El conflicto por la disputa
del agua de la presa El Cuchillo está por hacer crisis
en la zona fronteriza de Tamaulipas.
Es tanto el enojo de los más de cuatro mil
agricultores del Distrito de Riego 026, que si las
autoridades, federales y estatales no se apuran en
implementar un plan de contención, en cualquier
momento podríamos amanecer con carreteras y
puentes internacionales bloqueados.
El diferendo es fácil de entender: el gobierno de
Nuevo León se “amacha” en que no entregará a
Tamaulipas el agua que le corresponde de la presa
El Cuchillo, y que se usa para el riego de más de 70
mil hectáreas, bajo el argumento de que ya está
operando el acueducto Cuchillo II, mientras que los
agricultores sostienen que la obra aún no está en
funcionamiento y por lo tanto debe hacerse el
trasvase a la presa Marte R. Gómez.
Lo cierto es que el convenio firmado entre ambas
entidades, en 1996, establece que el trasvase debe
realizarse antes de que termine octubre…y ya van
cinco días.
La verdad es que pareciera que las autoridades han
subestimado el problema, porque a estas alturas ya
deberían tener lista una negociación que convenga a
ambas y evidentemente no la hay.
Por supuesto que la principal obligada a remediar el
asunto y evitar el estallido de una protesta masiva de
agricultores es la Comisión Nacional del Agua
(Conagua), pero la dependencia pareciera que no ve
y no oye.
VA OTRA VEZ.- Luego del desplome de la iglesia la
de la Santa Cruz, en Madero, que dejó como saldo
once víctimas fatales y decenas de heridos, las
advertencias de alerta en la Torre Bicentenario se
intensificaron.
Desde hace varios meses, los burócratas han estado
denunciando, con preocupación, una sucesión de
incidentes que revelan graves fallas en el
funcionamiento del inmueble, y que podrían estar
gestando una tragedia.
Los elevadores se quedan “atorados” a medio
camino; el sistema eléctrico presenta fallas
constantes, y la red hidráulica carece de capacidad
para la necesidad de los cientos de trabajadores que
ahí laboran. A diario deben rellenarse con “pipas” las
cisternas, pero ni así es suficiente el agua.
A ello hay que sumarle que las paredes de cristal
presentan un grave deterioro, lo que ocasiona que
haya zonas a punto de desprenderse.
Todo ello es consecuencia del abandono que
padeció la Torre, porque las últimas
administraciones regatearon el costo del
mantenimiento.
El problema es que ya no hay forma de ignorar la
situación porque el edificio no resiste más. Ojalá y
las autoridades de Protección Civil se apuren en
apagar esos focos rojos, implementando las
medidas necesarias que eviten que en cualquier
momento estemos hablando de una nueva tragedia.
LA RUTA DEL DESORDEN SOCIAL.- Más allá de
quién gane la Presidencia de la República en el
2024, el principal riesgo para el país es que un solo
partido se lleve el llamado “carro completo”.
Sería una desgracia nacional que el partido
gobernante tenga el control absoluto del Poder
Legislativo, porque se estaría aniquilando el sistema
de pesos y contrapesos entre los poderes públicos.
Recordemos que la división de poderes existe
precisamente para que unos a otros se impongan
límites. Por eso hoy el Poder Judicial está sirviendo
de contención a los excesos del Ejecutivo y del
Legislativo.
Sin contrapesos, el siguiente podría ser un gobierno
“de horca y cuchillo”, porque podrá hacer lo que se
le antoje u ocurra, como someter al Poder Judicial y
desaparecer al INE y a todos los órganos
autónomos.
Por eso, crucemos los dedos para que los partidos
opositores tengan la capacidad necesaria de
convencer con su oferta política a los ciudadanos, y
eviten así que quien gane la Presidencia de la
República no gane la mayoría calificada en el
Congreso de la Unión.
Si eso llegara a ocurrir le aseguró que estaremos
enrutados hacia el desorden social. Y no es
exageración.
ASI ANDAN LAS COSAS.
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