Rogelio Rodríguez Mendoza
Mucho se insiste en que la elección del dos de junio será la más importante en la historia del país. Por varias razones, que resultaría ocioso mencionar, no estoy de acuerdo en esa tesis.
De lo que si estoy convencido es de que, esta elección tendrá una trascendencia particular para Tamaulipas, por una razón: podría ser la punta de lanza para quien será la próxima gobernadora.
Recordemos que, por el imperativo legal de la paridad de género, se da por hecho que, en septiembre del 2028, cuando termine su mandato el gobernador, Américo Villarreal Anaya, quien lo suceda será una mujer.
En función de eso, las mujeres que hoy son protagónicas compitiendo por un cargo de elección popular, o desempeñando un cargo público de relevancia, son potenciales candidatas a la gubernatura.
Por supuesto aplica para todos los partidos políticos, pero por ser el partido en el poder, el mayor interés estará en las mujeres de Morena.
Así, personajes como Olga Sosa Ruiz, Adriana Lozano, Carmen Lilia Canturosas, Maki Esther Ortiz Domínguez, entre otras, se perfilan desde ahora para que, llegado el momento, puedan perfilarse como candidatas al cargo político de mayor relevancia en la entidad.
No faltará quien objete que, es muy “temprano” para hacer futurismo, y tal vez tengan razón, pero le puedo asegurar que las mujeres que hoy juegan un rol protagónico hacia dentro de sus partidos, ya están pensando en el 2028.
Seguramente de aquí a allá surgirán nuevos perfiles, incluso con mayores posibilidades que las féminas destacan en el escenario político del momento, pero en lo personal soy un convencido de que el proceso electoral en curso podría estar gestando a la que será la primera gobernadora de Tamaulipas.
Por supuesto que no hay garantía absoluta de que la gobernadora vaya a salir de las filas del partido guinda, porque todo dependerá de cómo evolucione el escenario político estatal, y sobre todo de qué tan capaz sea Morena de mantener el respaldo de los tamaulipecos para retener la gubernatura.
Cuestión de recordar lo que le ocurrió al PAN, que en 2016 arrasó en las urnas y seis años después fue expulsado del gobierno.
Sin embargo, por el momento es Morena quien lleva mano en esto de ir perfilando a sus “corcholatas” estatales.
Habrá que ir viendo a quienes perfilan el PAN y el PRI, donde también hay activos muy importantes.
EL RESTO
El Tribunal Electoral de Tamaulipas, (Trieltam), recibió una demanda de juicio para la protección de derechos políticos electorales por parte del diputado, Marco Antonio Gallegos Galván.
Como acusado aparece el hoy alcalde de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, quien además será candidato de Morena para buscar la reelección.
El legislador morenista acusa al edil de realizar en su contra actos discriminatorios mediante el uso de recursos públicos, durante un evento público del ayuntamiento fronterizo.
Una eventual sentencia condenatoria podría sacar a Peña de la contienda electoral, y los abogados del diputado están convencidos de que hay elementos de sobra para lograrlo.
El asunto recayó en la ponencia del magistrado, Edgar Iván Arroyo, quien se ha distinguido por su imparcialidad en el ejercicio de su cargo. Será interesante ver cómo resuelve este tema el Trieltam.
Aunque, vale adelantar que, como siempre la última palabra la tendrán los tribunales federales, porque cualquiera que sea el sentido de la sentencia habrá impugnación.
ASI ANDAN LAS COSAS.
