Diego López Bernal.-
Aumenta la actividad industrial; baja el desempleo; la inflación es menor al promedio nacional… Estos son indicadores económicos que muestran otra cara de Tamaulipas, la de los industriales apostándole al estado, la de los trabajadores esforzándose para cumplir las expectativas depositadas en ellos, la de los comerciantes confiando en que la economía estatal marcha bien en tierras cuerudas. Este rostro no es como el que nos pintan los medios de cobertura nacional.
Y es que tras los violentos y lamentables hechos recientes, tanto la prensa como la televisión y la radio, sin faltar un enjambre de portales y páginas en redes, Tamaulipas vuelve a ser escarnio nacional por la inseguridad, como si otros estados fueran un paraíso angelical en donde los malosos no tienen cabida. Seguramente…
Sin embargo, el tema de esta puesta en escena es el manejo de medios por parte de los gobiernos, porque al señalar a Tamaulipas, sin duda, los dueños y concesionarios saben que incomodan al presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, ya que este estado es uno de los más queridos por él. Así lo deja en claro una y otra vez, lo cual podría justificar en parte la vorágine informativa en contra de la entidad.
Pero más allá de eso corresponde a la administración de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA poner manos a la obra en materia de control de daños y operación mediática, sobre todo con aquellos que sí de plano son mala leche y pierden la objetividad de los hechos para hacer un uso de la exhibición política en contra del naciente gobierno americanista. Pero no es sencillo.
Primero, porque son muchos “medios nacionales” los que cayeron en este juego político y, segundo, porque seguramente alguien operó a su favor y no se necesitan tres dedos de frente para ponerle nombre y apellido. Y claro, si desde el 15 Juárez no se operó a tiempo para contener la embestida otros sí pudieron hacerlo para echarle más leña al fuego en esa hoguera del uso de medios a discreción. Hasta parece cuestión de oportunidades.
¿Por qué ninguna de las tres noticias comentadas al inicio, las económicas, leímos o vimos en los susodichos medios? La respuesta no está en “qué vende más”, sino a “quién habré de favorecer” con lo que publico, con aras de tener algo más que simples convenios de publicidad. Cada quien sus estrategias y formas de relacionarse con la clase política.
Hecho está. Conociendo a los operadores de medios del gobernador AMÉRICO esto no se repetirá tan fácilmente, pues con base en información concisa se operará (o ya se hizo) a cualquier nivel, para que sean menos los medios que prejuzgan al Gobierno de Tamaulipas y más los que hagan su trabajo con profesionalismo y objetividad. Y ojalá, porque lo que está en juego no es solo la imagen del Gobierno sino de toda la entidad. El telón sigue en lo alto dado que el tema de la inseguridad es el cuento de nunca acabar.
UAT Y UN CACHITO DE LUZ
Una de las asociaciones que más admiración causan en este simple espectador es Un Cachito de Luz, presidida por la señora MAGDA PÉREZ, una sobreviviente de cáncer que llevó a un nivel insospechado su calidad humana mediante la empatía con pacientes de esta enfermedad; su labor literalmente salva vidas, podrán dar fe de ello cientos de vencedores contra este temible mal… el mal del siglo le dicen. Y en esta labor se necesita dinero, por lo que la recolección de taparroscas es su principal fuente de financiamiento.
Esto lo conocieron al dedillo en el grupo UAT U-NIDO, ese lado sensible de la Autónoma de Tamaulipas que busca hacia dónde orientar sus esfuerzos, para beneficio de la sociedad, y por ello decidieron unirse al Tapatón 2023, que es la actividad más importante de Un Cachito en todo el año. La idea es incentivar la colaboración universitaria, a través de su aportación en los diferentes contenedores, ubicados en distintas dependencias, unidades académicas, escuelas y facultades. ¿Se imaginan?
Toda la fuerza que representa la comunidad universitaria trabajando a favor de los beneficiados de esta noble asociación es algo por demás importante, porque estamos hablando de cerca de 40 mil estudiantes, jóvenes todos, y muchos de ellos ya concientizados hacia ayudar a los demás. Aplaudimos esta labor de la UAT y, por supuesto, de Un Cachito de Luz, porque las listas de pacientes oncológicos, lamentablemente, crecen y crecen sin parar.