junio 15, 2024
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Ma. Teresa Medina Marroquín

Involucrados y delirantes; ciudadanía advertida

noviembre 17, 2023 | 194 vistas

Ma. Teresa Medina Marroquín.-

Llegado el proceso electoral de 2024, en Tamaulipas ya es toda una
multitud de personajes y sujetos comunes y corrientes que han manifestado
abiertamente sus aspiraciones, como otros tantos han aparecido de la nada
pretendiendo convertirse en diputados, alcaldes o hasta senadores.

Y en ese rejuego de intereses donde los aparecidos buscan
afanosamente notoriedad e importancia, cuyas distinciones se ganan (tengo
entendido) con el tiempo y a base de participaciones sociales y políticas
relevantes, lo más difícil de entender, y en serio lo digo, es la presunta
capacidad de estos individuos a calificarse ¡a ellos mismos!, sin esperar que
el reconocimiento público les otorgue ese galardón.

Muchos de estos, que ni siquiera se han molestado en preparar algo
así como una estrategia mediática, están seguros (y no lo dicen en broma)
que convencerán al electorado a fin de que este los encumbre a la
ilustrísima élite del poder.

¿SON UN PELIGRO PARA TAMAULIPAS?

¿Representa toda esta gente, atrapada sin duda en la megalomanía,
un serio peligro para Tamaulipas y sus 43 municipios? Claro que no.

El verdadero peligro es que la ciudadanía vote por esta masa
delirante que, en su laberinto de afirmaciones, y víctimas de su autoengaño,
suponen que la política es cuestión de sentarse en el poder y dar órdenes a
diestra y siniestra.

Y mientras los votantes ahí tienen la palabra, esperando que no se
crean de ese teatrito tan chafa de lo inconvincente, demos paso a quienes
sí van en serio, respaldados por toda una carrera política y que a pesar de
los altibajos sufridos se mantienen en el ánimo de la sociedad.

¿Nombres y apellidos? Son muchos en apariencia, pero pocos a la
hora de seleccionarlos para tantos puestos de elección popular que habrán
de ponerse en competencia.

El problema es que una buena parte de estos carecen de las
actualizaciones políticas que exige el mundo moderno.

Es decir, no están al día, no están preparados, tienen un nombre
ganado pero su actualización en la función gubernamental se ha quedado
rezagada por los intensos y complejos cambios públicos.

Ahí entonces se reducen gravemente las opciones que los propios
partidos tienen para echar mano de capacidades y prestigios de personas,
por mucha condescendencia que tengan con las masas, y que al elegirlos
sólo compran boletos de ida, pero no de regreso, dejándoles el campo libre
a los adversarios.

EXHIBIDOS POR SUS PACTOS CON LA DELINCUENCIA

Sumemos a lo anterior el tema de toda una fauna dizque política enredada
en la delincuencia, la cual también quiere el poder a toda costa, pero que la
opinión pública y las esferas gubernamentales saben que está embarrada
en situaciones comprometedoras en extremo.

Toda esa iniquidad que aspira al poder podría ser, a partir de ya, un
asunto por el que el proceso comicial tendrá a muchísimas personas al filo
de la butaca.

Esto es, ¿a cuántos les sacarán sus nexos con las diversas
oscuridades?

¿Cuántos de todos estos son y estarán convertidos en los malos espíritus
del 2024, que enrarecerán una elección donde la lógica apunta a que
Morena se llevará el “carro completo”?

Aunque otras opiniones indican que el PRIAN, la conocida fusión del
PAN y el PRI, prepara una batalla titánica, haciendo no sólo las paces con
la ofendida conciencia pública sino ofreciendo una renovada forma de
gobernar, exhibiendo (según esto) los errores de Morena en el poder.

La idea es no abrumar con tantos nombres que aspiran al poder y que
son del dominio público, pues la intención es si, al margen de los partidos,
existen todavía notables candidatos que con su participación le darán al
2024 un giro novedoso, esperanzador, democrático, alejado de injusticias y
sufrimientos, como de sospechas de estar involucrados con la maldad.

¿Es 2024 todo un buen augurio o repetición de una política
repugnante?

¡Feliz fin de semana!

@columnaorbe, columnaorbe.wordpress.com

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