El día de hoy cuestionaré el papel que la religión ha tenido en nuestras vidas, para poder separarla de las prácticas espirituales.
El principal problema de la religión, desde mi punto de vista, es la monopolización. Para de esta forma incrementar el poder económico y social que se tiene sobre la mayoría de las personas.
Digo monopolización porque se adueñaron de la herramienta más poderosa de todas: la oración. Toda religión de cualquier tipo lo primero que te enseña es que hay jerarquía, y la persona que está más arriba que tú es la que está más “cercana” a lo que sea que crean, por consiguiente, tú que no estás tan cerca, tienes que acercarte a ellos “elegidos” para que ellos sean los intermediarios entre tú y ese poder divino.
El principal problema con esta actitud de las religiones es que van en contra del Reino de los Cielos, porque el Reino de los Cielos es para todos y es a donde pertenecemos, por lo tanto, la función que realizan las religiones es precisamente la contraria: alejarnos de Dios y de nuestro prójimo. Nos vuelven sumisos, aislados y tontos. Son los principales tres criterios para destruir a una sociedad.
De lo anterior se desprende que si yo te digo que Dios te escucha tú pensarías, ¿En serio? ¿A mí? ¿Por qué a mí? ¿Quién soy yo para merecerlo? O lo contrario ¡Claro que me escucha y soy superior que el resto!… estos pensamientos son resultado de la educación jerárquica.
Te confieso que a mí, antes de saber de la existencia del Padre y antes de saber que me escuchaba, la vida me parecía un mal chiste, ¿A qué venimos? Preguntaba una y otra vez. Porque si la respuesta era a trabajar, comer y tener hijos, entonces no tendría sentido porque yo moriré, y mis hijos morirán y punto… y ahora quiero contagiarte de la alegría de saber que Dios existe y te escucha…
Las religiones se adueñaron de tres herramientas fundamentales para acercarse al Padre: La oración, la Biblia y la confesión.
La Biblia no es exclusiva de ninguna religión. Las metáforas que el Señor Jesús dejó eran sólo formas de expresar el camino al cielo de una forma que trascendiera el tiempo y el espacio. Es más, te diré que la Biblia es un manual de metafísica, y al mismo tiempo es una guía moral.
La oración que el Maestro nos dejó: el Padre nuestro, es una bella síntesis de lo que hay en la Biblia, es el camino y la guía moral perfecta, es lo único que necesitamos para avanzar:
Padre nuestro… Aceptar que hay un ser superior el cual nos creó.
Que estás en el cielo… Se encuentra en todo y la nada, es omnipresente.
Santificado sea tu nombre… Es la forma en que lo nombramos, es el vínculo directo entre nuestro ser y Él.
Venga a nosotros tu reino… El amor, nosotros pertenecemos al amor del que fuimos creados.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo… Les he hablado del ego, momento a momento hay que dejarlo atrás para que sea Él, el que actúe en nuestras vidas, momento a momento; momento a momento.
Danos hoy nuestro pan de cada día… Cuando actuamos en su nombre, nunca nos faltará lo necesitamos.
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden… es una ley de la cual les hablaré más adelante: das lo que recibes, no existe más, si tú das perdón, recibirás perdón, y si tú das odio, recibirás odio, si tú das poco, recibirás poco.
No nos dejes caer en tentación… desde el momento en que elegimos alejarnos del Padre, elegimos acercarnos al plano físico: los pecados capitales son el ejemplo de ello.
Líbranos del mal… Tienen que saber que las personas que utilizan el conocimiento y la energía negativa para destruir, si existen, pero, a medida que crece el amor al prójimo en tu interior y tu cercanía con el Padre, estas personas dejan de ser relevantes.
Encima de todo esto, sólo tienes que ser honesto. En realidad, Él ya sabe lo que hay en tu corazón, más que tú, sólo tienes que abrirte, confesarte hacia Él y yo te aseguro que siempre te escuchará. Amén.