Dhena Mansur Sánchez.-
Hola, queridísimos lectores. El domingo fuimos testigos de los comicios tanto en Coahuila como en el Estado de México.
Primeramente, en Coahuila una tendencia muy marcada a favor de Manolo Jiménez, mientras que en el Estado de México, este duelo femenino 43-53 por ciento, con la virtual ganadora, maestra Delfina Gómez.
Sí así es, leyó usted bien, si no pudo seguir de cerca esta jornada, ocurrió algo histórico por donde se le vea. Claro siempre y cuando para el que lo quiera apreciar, porque nunca falta quien no sabe aplaudir victorias ajenas y solo quieren encontrar a como dé lugar la piedrita en el frijol.
No debemos tomar esto a la ligera, al contrario, analicemos todo el contexto. Delfina tumba barreras de machismo, de una sociedad limitante que tiempo atrás veía inalcanzable una candidatura para las féminas, mucho menos para una docente o ¿a poco no? Si eres docente quieren que solo te desempeñes frente a un grupo y San se acabó, pero no solo eso sino que también puso fin a casi cien años en los que no hubo más que el PRI para gobernar allá, una era que parecía no terminar jamás.
Hija de una madre costurera y de un padre albañil, la próxima gobernadora del Estado México nació en Texcoco hace 60 años. Decidió gran parte de su vida enseñando desde 1982 en escuelas públicas. Fue hasta el 2012 cuando la política la llamó y logró convertirse un año después en alcaldesa de su municipio, en aquel entonces desde las filas del PRD. Puede decirse que fue ahí donde logró acercarse al actual Presidente de la República, ya que aún militaba en ese partido.
Esos fueron los inicios de la maestra Delfina y de ahí de uno en uno cada uno de los cargos que conforman su carrera ya en la política con el correr de los años, después San Lázaro, el Senado y hasta el puesto de mayor confianza para el presidente de país si de educación hablamos.
Nadie veía venir este desafío pero lo inimaginable ocurrió, estamos hablando del estado más rico de nuestro país pero también en donde desgraciadamente casi la mitad de su población es pobre.
A la maestra no se le olvidó lo que paso en aquel 2017, a solo un año de que su líder llegara a la silla presidencial, cuando ella no logró vencer la que ahora es ya la última victoria del PRI en esos casi cien años de poder.
Una gran contrariedad, el candidato postulado destilaba todo menos humildad estoy hablando de Alfredo Del Mazo, primo inclusive del entonces presidente Enrique Peña Nieto, hijo y nieto también de dos gobernadores mexiquenses en fin, había que esperar un poco para que se viniera la revancha dando ahora la victoria a esa señorita que a veces no tenía ni para el camión, esa que llevaba todas sus tareas, no era de dieces pero tampoco de sietes, una alumna perseverante en pocas palabras.
Algo que también llamo mucho mi atención y esos en realidad son los discursos y actitudes que deben tenerse, fue el de su opositora, aceptar la derrota siempre será un buen gesto en vez de querer impugnar y pelear hasta donde tope como ya hemos visto.
Ya para concluir haciendo referencia a las preguntas que siempre le hacen cuando cuestionan su vida personal y a lo que ella siempre les responde: pues no me casé, tampoco tengo hijos, pero nada de eso aquí importa. Lo que sí importa es que para ser un buen gobernante en realidad no se necesitan tantas cosas solo corazón y honestidad.
Me queda muy claro que la maestra Delfina utilizó a su favor la actitud de todos los que no creyeron en ella, todos los que jamás pensaron que una maestra una mujer pudiera llegar a ser gobernadora y al contrario les dijo ¡Aquí les voy! Esa fue su bandera y es hoy lo que se tiene que aplaudir
Twitter: @DhenaMansur
