Oscar Pineda
Casualmente, desempolvando algunos textos del archivo personal, encontré un resumen del libro “Las 48 leyes del poder”, el cual leí hace tiempo y debería ser lectura obligada para los nuevos alcaldes.
La primera regla, que se convierte en el eje de todas las demás, es quizá la más simple, pero la más contundente: “Nunca le haga sombra (o trate de hacérsela) a su jefe…
Hasta aquí dejaré esta aportación cultural, que si usted señora alcaldesa o señor alcalde, prefiere ignorar, después no diga que no se lo recomendé.
En otro tema, la gran interrogante el día de ayer miércoles era sobre los pasos a seguir para la eventual destitución del alcalde de Victoria, Eduardo Gattás Báez.
De entrada, déjeme decirle que, aunque pudiera ser un proceso relativamente rápido, cuando menos se consumirá toda esta semana antes de que el Congreso del Estado dictamine si es o no procedente la destitución.
En un primer paso ayer los diputados de las comisiones unidas de Asuntos Municipales y Gobernación le dieron cauce a la solicitud de los 16 regidores del Ayuntamiento y acordaron llamar a Gattás a comparecer, ya sea de manera escrita o presencial.
El siguiente paso, después de recibir la comparecencia del Alcalde o de que se cumpla el plazo de tres días hábiles y no asista ni responda, será determinar si los argumentos de los regidores son suficientes para iniciar el proceso de juicio político y retirar del cargo al munícipe.
Hasta ahí queda despejada la duda en cuanto al procedimiento, sin embargo, en lo que hace al tema político la situación es todavía más complicada para el todavía Presidente Municipal.
Aunque desde su equipo cercano envían mensajes desesperados sugiriendo la posibilidad de abrir el diálogo, la percepción es que Lalo transita en un camino sin retorno.
En el remoto caso, que desde ahora se ve casi imposible, de que Gattás se salvara de perder la Presidencia Municipal, su circunstancia política cambiaría radicalmente.
En principio la relación con el Cabildo estaría completamente rota, lo mismo que con su partido y, lo que es peor, con la alta jerarquía política del estado.
Quedarse, que insisto, cada vez parece más imposible, significaría para Lalo “navegar” en solitario, sin aliados dentro y fuera del Ayuntamiento, sin control del presupuesto y sin la fuerza para tomar decisiones.
Tampoco es que esté en posibilidades de negociar nada, como dije en anteriores colaboraciones, estiró de más la liga hasta que la rompió.
En fin, pónganse cómodos porque esta película apenas comienza y dará mucho de qué hablar. Yo pongo las palomitas.
EL PERSONAJE
Poco a poco los nuevos alcaldes comienzan a mostrarse y a colocar su sello en sus respectivos municipios.
En una primera vuelta a los principales municipios pudimos observar que en Madero Erasmo González está apostando al desarrollo económico vía el turismo, con una propuesta muy interesante para convertir a Miramar en el segundo destino de playa más importante de México, por supuesto, asociando a Ciudad Madero con ese objetivo, para poner al municipio en el plano nacional.
También en el sur vimos que Mónica Villarreal arrancó con la modernización de la flota de camiones recolectores de basura, lo que garantiza que el servicio siga siendo de calidad.
Poco más al norte estuvimos en Mante, donde Paty Chío busca reactivar la economía y regresar la confianza a los inversionistas y empresarios locales. Un tema relevante son las gestiones para contar con mayor seguridad.
POSDATA
Quédense tranquilos, lo que va a pasar, va a pasar.