El camino del verdadero crecimiento personal no es nada sencillo, requiere de contacto 24-7 con la consciencia, es disciplina; quizás de las cosas más difíciles para mí ha sido la verdad. La verdad no se alcanza de otra forma, más que congruencia, esto es que tus pensamientos palabras y acciones estén conectadas entre sí.
He perdido mucho tiempo de mi vida tratando de quedar bien con mis padres, mis maestros y con cualquier exigencia social, crecí con la presión de ser un hermano ejemplar, de ser bueno con mis padres, y de trabajar para convertirme en un ciudadano modelo.
Pero ¿Qué pasaba cuando me quería portar mal? ¿Qué pasaba cuando no quería ir a la escuela? ¿Qué pasaba cuando no quería trabajar? ¿Qué pasaba cuando les quería gritar a mis padres y hermanos? En definitiva… ¿Qué pasaba cuando no quería ser bueno?
Ahí inicia la locura, empiezo a inventar mil razones para justificar la conducta mía y de los demás, peor aún, pienso entonces que todos están bien y que hay algo mal en mí. Cuando llego a esta conclusión, me anulo y con ello las esperanzas de crecer se van. Nace la ansiedad, el miedo, la preocupación por el futuro, por lo que no es y ni será.
Lo difícil de la congruencia es que cuando quieras salir de esto, todos los que te rodean se asustarán y te clasificarán, pero ya no hay marcha atrás.
Cuando me di cuenta de esto, es obvio que se los enseñaría a mis hijos y a toda persona que me lo permitiera.
Lo haría como con la conversación siguiente que tuve con mi hija:
Hija: Papi, ¿Por qué no tengo clases esta semana?
Yo: Porque tu maestro tiene miedo.
Hija: ¿De qué?
Yo: De quedarse sin trabajo.
Hija: ¿Quién lo dejaría sin trabajo?
Yo: La persona que se lo dio.
Hija: ¿Entonces las personas dan trabajo?
Yo: Bueno, casi todo funciona con favores.
Hija: ¿Cómo?
Yo: Tú haces algo por mí y entonces tú estás obligada a hacer algo por mí.
Hija: No es justo.
Yo: Así es, mi niña, por eso tú aprenderás a respetarte y a respetar a los demás.
Lector, ¿Qué ocurriría si fueras honesto en tu vida? ¿Vivirías con quien vives? ¿Trabajarías donde trabajas? ¿Harías lo mismo que haces cada mañana?
Sé que tu mente se llenaría de “peros” en este momento, es producto de negarte a ti mismo durante tanto tiempo.
Yo te aseguro que el día en que seas honesto, tus males se irán y estarás a un paso más del verdadero crecimiento personal. No te volverás libertino, déspota y egoísta. Cuando entiendas tu verdad, conocerás el verdadero valor que tienes, comprenderás el verdadero valor que todos tenemos, entonces dejarás de coaccionar, de coaccionarte y serás justo.
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