mayo 17, 2024
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José Inés Figueroa Vitela

Los jinetes sin cabeza

mayo 5, 2023 | 413 vistas

José Inés Figueroa Vitela.-

El sujeto que despacha como Fiscal Especializado en Combate a la Corrupción de Tamaulipas no es un hombre muy ocupado y no porque no haya trabajo qué hacer en el área.

Es precisamente la desocupación del tal RAÚL RAMÍREZ CASTAÑEDA lo que mantiene un cúmulo de trabajo rezagado en la dependencia de marras, que podría resultar inexplicable, si se desconociera el contexto.

Si en más de cuatro meses el mal llamado Fiscal Anticorrupción no ha podido avanzar en alguna de las 45 carpetas que le ha entregado el Gobierno del Estado, sobre irregularidades de la pasada administración, hasta judicializar alguna de ellas, quiere decir que anda “desquehacerado”.

Por eso nadie le creyó, en el oficio que le mandó ayer al Congreso local, diciendo que “estaba muy ocupado” como para atender a la cita de trabajo que desde las vísperas le hizo la Comisión Legislativa, para que se presentara a media mañana en el recinto camaral.

“Hoy no, mañana sí”, pareció leerse como en los letreros de tendajo de barrio, con el que los abarroteros se sacuden a quienes quieren pedirles fiado.

“A partir de la semana entrante, cuando digan”, mandó decir el funcionario estatal radicado en Victoria Capital, que ejerce con el amparo de un juez federal carnal de Reynosa, luego que las autoridades centrales lo encontraron no apto para ejercer la función.

Atendiendo a las primicias de la jurisdicción geográfica, que dio origen a la distribución de la estructura jurisdiccional, el Gobierno tamaulipeco mantiene en litigio el amparo de marras, especialmente, porque en aquellas instancias es donde se anida el manto de impunidad que cobija al exgobernador de triste memoria y sus cómplices.

Antes de repasar la docena y más de actuaciones de los boyantes jueces federales de Reynosa, para impedir que se encarcele a la banda de los Cabeza o se les “congele” parte del botín que tienen en bancos, el caso del Fiscal resulta por demás explícito.

La manifiesta complicidad del togado se lee en la sentencia que, no solo mandató mantenerlo en el cargo para el que resultó inapto; aparte advirtió que castigará –a ellos sí-, a cualquier servidor público o representante popular, que revele los motivos por los que RAMÍREZ no puede ser Fiscal, o hable mal de él en público.

¿Estamos tarados?… ¿o el Poder Judicial Federal tiene potestades para declararnos tal?… ¡Que vayan a Xilitla al Baile!, dicen en mi pueblo.

Corre el plazo de diez días hábiles, para que un tribunal colegiado –de allá mismo de Reynosa, donde la banda de los cuernos largos sentó sus reales-, determine la procedencia del recurso de la soberanía tamaulipeca y haga prevalecer el estado de derecho, cortando el hilo corrupto y corruptor, que ha impedido se haga justicia, respecto de los saqueadores del pasado sexenio.

Mientras eso se resuelve, decía, el “Fiscal Anticorrupción” aplazó su pretendida comparecencia ante la representación popular tamaulipeca, a la que debe rendir cuentas del trabajo que está haciendo –o no-, en el campo de sus responsabilidades.

Dice un conocido común que cuando se resolvió la convocatoria a comparecer le llamó para avisarle, diciéndole de la votación unánime de los diputado presentes -33- y este le respondió “que voten 66, yo no tengo por qué ir, la ley no me obliga a hacerlo”.

Imagínese: que el Fiscal Anticorrupción no tuviera que dar cuenta a nadie de sus actuaciones; sería como el Auditor Superior –a quien ya le reformaron la ley para obligarlo a transparentar sus oficios-, que gastaba a placer presupuesto sin que nadie le pidiera cuentas.

Claro que no una, sino cuatro leyes y la Constitución, obligan a todos los servidores públicos que ejercen recursos presupuestales a rendir cuentas de sus manejos administrativos y de los alcances de su gestión en el campo de sus responsabilidades.

No sé si en efecto el mentado RAÚL RAMÍREZ dijo aquello, pero no dudo que el oficio enviado –del “hoy no mañana sí”- haya sido solo un “darle largas al asunto”, mientras recibe instrucciones de quien evidentemente sigue siendo su Jefe: el exgobernador de triste memoria.

Y si Cabeza, que es quien lo mantiene amparado ahí, con sus cañonazos obregonistas, cuidándole las espaldas, el frente y los costados, le dice que desatienda la convocatoria de los diputados, lo va a hacer.

Porque, además, si no pudo justificar con un cuestionado “tengo mucho trabajo”, la insistencia a la primera convocatoria, el hecho es que la dilación en la integración de las carpetas de investigación para su judicialización, resulta más injustificable.

RAÚL RAMÍREZ es el primer funcionario de la pandilla heredada por el pasado sexenio que debió dejar el cargo, y atrás de él, su antecesor, el ahora magistrado JAVIER CASTRO ORMAECHEA, cuya función igual fue perseguir adversarios y proteger a los cómplices del pasado sexenio.

Siguen confiando en la impunidad que les brinda el andamiaje corrupto sembrado por aquellos en las instancias jurisdiccionales.

Pero RAMÍREZ de que se va, se va… y no precisamente a su casa.

Los diputados locales, investidos de una renovada conciencia de la representación que ejercen, de todos los tamaulipecos, van consolidando los consensos para remontar las trabas que significan el Auditor, el Fiscal General y los Especiales, así como los jueces y magistrados, para hacerle justicia al pueblo.

No quedarán jinetes con Cabeza.

En Reynosa, el alcalde CARLOS PEÑA ORTIZ condenó que los hechos derivados de un conflicto entre grupos delincuenciales lo esté usando el exgobernador para sacarle raja política.

Ya antes, otras voces habían advertido que en política no hay casualidades, y no será espontáneo que junto a la confrontación entre los miembros de un mismo cártel, que ha sido más aparatoso que otra cosa, aparecieron promocionales de la fingida campaña presidencial del ex.

“Son narcomantas”, definió por su lado el alcalde victorense, LALO GATTÁS BÁEZ, cuando los reporteros le preguntaron sobre los espectaculares que con la imagen del aquel aparecieron también de pronto en la Ciudad Capital.

Obviamente, sin importar el tamaño del anuncio, no es eso lo que va a definir la imagen de un personaje público; aquí el pueblo ya juzgó a FRANCISCO “N” y su pandilla; los declaró culpables y sentenció a la ignominia.

El gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, en presencia del titular del sistema nacional, instaló aquí el Consejo estatal de Mejora Regulatoria, tomando protesta a sus integrantes.

Los miembros del gabinete, alcaldes y legisladores, liderados por ÚRSULA PATRICIA SALAZAR MOJICA, se integraron al cuerpo de Consejeros, bajo el compromiso de brindar su mayor esfuerzo para potenciar las responsabilidades a su cargo.

“Estamos atendiendo un tema sustantivo; terminando el desinterés y extravío de los últimos años.

“Ahora sí abordamos con responsabilidad e importancia, desde todas las instancias públicas, sociales y privadas, el desafío de detonar el desarrollo de un Tamaulipas inclusivo y sostenible”, refirió la contralora ANGÉLICA PEDRAZA MELO, Secretaria Técnica de la naciente institución.

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