“Mucho ayuda el que no estorba”, dice el refranero popular con el cual los diputados de Morena y el PAN parecen no estar muy de acuerdo.
Por lo menos eso resultó evidente cuando unos y otros llevaron el conflicto magisterial a la agenda de la Diputación Permanente del Congreso, celebrada este jueves.
Los morenistas presentaron (y aprobaron de inmediato aprovechando su mayoría) una iniciativa de punto de acuerdo para exhortar al Partido Acción Nacional, (PAN), a que deje de politizar la protesta de los profes.
El diputado, Elipaleth Gómez Lozano, denunció, sin citar nombres, que personajes vinculados al excandidato a la gubernatura, (César, “El Truko”, Verástegui) han estado participando en la manifestación sin ser maestros.
El problema es que, paradójicamente, los morenistas terminaron politizando el tema, porque la acción legislativa derivó en una prolongada y acalorada discusión con los legisladores panistas.
En el intercambio de acusaciones, los morenistas argumentaban que la problemática de los maestros tiene su origen en los seis años del anterior gobierno del panista, Francisco García Cabeza de Vaca, mientras que los representantes del PAN, reclamaban que: “ya denle vuelta a la página y dejen de culpar al pasado”.
Lo cierto de todo es que, unos y otros querían explotar políticamente el conflicto magisterial. En su narrativa exigían que no se politizara el tema, pero, en los hechos eso fue precisamente lo que terminaron haciendo.
El problema con los diputados, los actuales y los que han integrado las anteriores legislaturas, es que no han entendido que forman parte de un poder independiente, y como tal deberían actuar, teniendo como único objetivo defender los intereses de la sociedad.
Su tarea no es defender o atacar al titular del Poder Ejecutivo. Su responsabilidad debe ser levantar la voz y rechazar cualquier acción gubernamental que vaya en perjuicio de los ciudadanos, o en su defecto contribuir a la solución de los conflictos sociales.
En el caso concreto de los maestros, la tarea de los diputados, sin importar su filiación partidista, es coadyuvar en la búsqueda de soluciones a las demandas de los manifestantes y no en estar repartiendo culpas como lo hicieron este jueves dentro de la Diputación Permanente.
Por ejemplo, dentro de las 22 demandas de los maestros existen algunas que, para su solución podrían requerir de alguna reforma legislativa. ¿Por qué entonces los legisladores no se ponen a arrastrar el lápiz y contribuyen desde su ámbito a la solución del conflicto?
EL RESTO.
DIPUTADAS ALCALDESAS.- Aunque la diputada, Úrsula Patricia Salazar Mojica, actúa prudentemente y se cuida de no hacer pronunciamientos al respecto, hacia el interior de Morena lleva mano en la competencia por la candidatura a la alcaldía por Tampico.
Ese jueves los reporteros volvieron a preguntarle sobre sus aspiraciones, y repitió lo que ha venido sosteniendo: que esperará la decisión que tome su partido.
Sin embargo, nosotros sostenemos que, más allá de lo que decida “el partido”, la actual presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado estará en la boleta electoral del 2024, ya sea como abanderada a la alcaldía porteña o como candidata a una diputación federal.
Otras diputadas que también se perfilan como candidatas a alcaldesas son, Alejandra Cárdenas Castillejos, del PRI, y Casandra Priscila de los Santos Flores, de Morena. Ambas, han sido, con mucho, las diputadas más productivas de la 65 legislatura.
La priista buscará ser la próxima presidenta municipal de Victoria, y la morenista de Río Bravo
ASI ANDAN LAS COSAS.