Diego López Bernal
Este miércoles nos vimos en la penosa necesidad de hacer un reporte público por una queja de una madre de familia que literalmente fue maltratada por personal del otrora glorioso Hospital General “Norberto Treviño Zapata”. Y resulta penoso al leer la historia, no al redactar la noticia y ponerla en manos de nuestros editores para su publicación en este medio. Y sí, compartimos al sentir la misma impotencia que JUANY RAMÍREZ, de quien damos fe de su gran labor por los grupos de personas vulnerables.
Y es que ella es madre de una joven cardiópata, de quien incluso hemos hablado no pocas veces como ejemplo de tesón para llevar a buen puerto una vida compleja, dado que al nacer no le pronosticaron muchos años de vida. Sin embargo, PAOLA y su madre nunca han dejado de luchar para tener servicios médicos de calidad, a pesar de la complejidad de sus diagnósticos que afectan tanto al corazón como a sus pulmones. De hecho, nos atrevemos a decir que hay pocas personas vivas en el mundo de la edad de esta joven victorense con las condiciones en que tiene su corazón.
Lo sucedido en el Hospital General no tiene justificación alguna. A nuestra amiga le pidió el mismo personal del nosocomio que hiciera el favor de traer una silla de ruedas del área de urgencias, la cual le fue negada al poner en tela de duda la veracidad de los hechos por parte de las dos encargadas de la ventanilla de atención, pues además de tratarla como una mentirosa pusieron en riesgo la salud de la paciente al no proporcionar la silla para que pudiera ser trasladada por las instalaciones en donde deberían de asegurar su vida. Esto no tiene nombre y esperamos que el secretario VICENTE JOEL HERNÁNDEZ tome cartas de manera inmediata porque la vida de una ejemplar joven fue puesta en peligro.
Vaya, ni siquiera porque JUANY RAMÍREZ les hizo ver que su hija trabaja en el DIF Tamaulipas cambió la situación. Cabe reconocer que a pesar de todas las expectativas, por la fragilidad de su salud, PAOLA logró graduarse de la Licenciatura en Trabajo Social por la UAT y fue contratada por el organismo de asistencia estatal, en donde se le facilitan las condiciones necesarias para cumplir su labor ante su adversa condición de salud. Pero sus colegas burócratas del Hospital General de Ciudad Victoria demostraron que no están a su altura, mucho menos al del ejemplo que dan en el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia.
Este caso demuestra lo que ha dicho una y otra vez JUANY en el grupo “Guerreros de Corazón México”, de la cual es creadora porque sintió la necesidad de apoyar a otras familias: los cardiópatas padecen discriminación y negligencia en hospitales casi de manera sistemática, como sucedió este miércoles con el trago amargo que tuvo que pasar la activista. La llamada de atención está en la Secretaría de Salud, a cargo del referido médico HERNÁNDEZ NAVARRO, y desde este espacio reprobamos las acciones de las empleadas del HG de área de urgencias que laboraron la mañana de este miércoles 20 de marzo. Ojalá reflexionen o de plano se vayan a una oficina en donde no pongan en riesgo las vidas de los pacientes. Es cuanto…
¿PRIETITOS EN EL ARROZ?
El caso de referencia contrasta con los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental, en donde Tamaulipas logró el primer lugar en la confianza que los ciudadanos tienen en su gobierno estatal. Sí, leyó bien, los tamaulipecos confiamos más que ningún otro mexicano en nuestras autoridades estatales, lo cual puede ser motivo para seguir trabajando y contrarrestar los casos, que esperamos sean excepciones, como el antes señalado.
Mire Usted. El 62.9 por ciento de confianza que se le otorgó al gobierno de AMÉRICO VILLARREAL fue el más alto de todo el país, tanto que además ningún otro estado de la frontera norte logró superar los 60 puntos. Con un promedio nacional de 48.2, solamente Baja California y Chihuahua se quedaron abajo, con 39.7 y 44.7, respectivamente. Hecho está. Confiemos pues en que la administración estatal va por buen camino, conscientes de que los retos nada fáciles son en lo absoluto, sobre todo en el ámbito de los servicios de la salud, como ya se mencionó (pero no hasta el cansancio porque seguiremos al pendiente).