septiembre 7, 2024
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Dhena Mansur Sánchez

Nos estábamos despidiendo

julio 8, 2024 | 219 vistas

Ese Facebook que lamentablemente hoy en día solo te avisa de inesperadas y tristes pérdidas, así comenzó mi día ayer que fue arranque de semana, con una publicación de nuestro querido colega y amigo Christopher Mora participándonos del sensible deceso de otro queridísimo colega, amigo y finísima persona Genaro Arcos Navarro.

Ya transcurrieron unas cuantas horas, ya son tardes y aún no logro digerir la partida de alguien con quien tuve hace no mucho una larga y necesaria charla ¿a qué me refiero con esto? Es precisamente de lo que les hablaré en este martes de El lado amable.

No nos frecuentábamos, tampoco éramos familiares ni amigos, pero aquí viene lo impactante y lo que quiero dejarles después de que lean mi escrito.

A esta gran persona, a don Genaro, tuve el privilegio de conocerlo cuando era tan solo una niña en aquel entonces, y les estoy hablando de fácil unos 30 años atrás cuando mi mamá estaba en la televisión y mis amistades solían ser los compañeros de trabajo de ella, porque a ese grado llegué a convivir con todos, pero uno de ellos era don Genaro quiero que se graben eso y así como nos fuimos 30 años atrás, contemos ahora 30 años adelante y después de esta enorme pausa ocurre esto:

Nos encontrábamos en el funeral de mi querido tío Checo Mansur; esto no tiene mucho, en eso, mi padre me hace una seña y voy con él, de esas veces que tu papá quiere presentarte con alguien, ya sabrán y en eso me dice: “Hija don Genaro quiere saludarte y felicitarte”. En ese mismo instante me invadieron una serie de recuerdos al solo ver sus lentes y dije a este señor yo lo conozco.

“Dhena, quiero felicitarte porque la última vez que te vi, eras una niña y ahora eres toda una mujer que afrontó el miedo de seguir los pasos de su madre, no es nada fácil y tú lo hiciste”, me dijo don Genaro.

Esta partida a pesar de ser triste e inesperada me deja una gran enseñanza. Pasaron más de 30 años y Dios nos regaló ese gran reencuentro, me compartió esas hermosas palabras, en el momento perfecto, ni más chica ni más grande, justo en este presente y hoy que deja este plano, me enseña que nunca sabremos cuando es la última vez que hablaremos con alguien, hasta el momento en que nos sorprende el enterarnos de su partida.

Todo el día de ayer estuve recordando en mi mente nuestra charla, con un asombro que no alcanzo a describir con las palabras pero que invade todo mi ser, porque al repasar y volver a escuchar esas hermosas palabras, esas risas que compartimos caigo en la cuenta y descubro que en realidad nos estábamos despidiendo.

Hoy agradezco a Dios por haber coincidido y esta lamentable pérdida me enseña a no dejar de tener más charlas como esa, tan pero tan enriquecedora, gratificante y lo más importante de todo y de lo que me siento en verdad satisfecha una plática que aproveché y gocé al máximo sin saber que esa, solo esa, era la última oportunidad para coincidir tantísimos años después, pero se dio, ocurrió.

Así que aprovechen queridísimos lectores, aprovechen al máximo esos mágicos reencuentros, porque solo el de arriba sabe si tendremos una oportunidad más o si un triste fallecimiento nos vendrá a decir que en realidad NOS ESTÁBAMOS DESPIDIENDO.

Con dedicatoria muy especial para Genaro Arcos Navarro.

Descansa en paz.

X: @DhenaMansur

 

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