Diego López Bernal.-
Aunque no nos sorprende, sí resulta lamentable lo que sucede en
algunos municipios tamaulipecos, lo que nos hace recordar que las
carencias por servicios de salud en la entidad aumentaron a 27.9 por ciento
para el 2022, año en que dejó al fin el Gobierno del Estado la banda de los
cuernos largos, desde un 16.2 en el 2018. Lo anterior fue gracias a la
negativa del entonces gobernador a sumarse al plan nacional respectivo.
Seguramente lo recuerdan y así tenemos el más alto porcentaje de la
frontera norte.
Pues ahora resulta que un grupo de alcaldes de nuestra entidad
siguió con este nefasto ejemplo. Aunque no dio nombres, para evitar
politizar el asunto, la secretaria de Bienestar Social del Estado, VERÓNICA
ADRIANA AGUIRRE, confirmó que algunos alcaldes se han negado a firmar
convenios de colaboración para aterrizar programas de apoyo a la población
vulnerable. Se trata de municipios que enfrentan pobreza de verdad y no se
necesitan dos dedos de frente para deducir que son fieles miembros del
cabecismo y le deben estas posiciones a FRANCISCO GARCÍA.
Sin embargo, hay excepciones, de acuerdo a la misma funcionaria de
la administración estatal, la cual es emanada del Movimiento de
Regeneración Nacional, es decir, de la competencia partidista del panismo,
Morena. Por ejemplo, el Alcalde de Tula mostró disposición para abrir cinco
comedores comunitarios, a pesar de ser de Acción Nacional. Aplausos para
ANTONIO LEIJA VILLARREAL porque bien que sabe que los habitantes de
su municipio no pueden sobrevivir solamente de las remesas que reciben de
la paisanada en EU.
¿Pero qué culpa tiene el resto de la población de municipios con alta
marginación para que se les niegue el derecho a usar los comedores
comunitarios que el Gobierno del Estado planea instalar en todo
Tamaulipas, sin ninguna excepción? En serio, qué poca… imaginación de
los alcalduchos de pueblos sin ley gobernados por el PAN, recodando que
algunos aún siguen las viejas prácticas de CABEZA DE VACA de politizar
todo. Pamba para estos especímenes en franca extinción.
Mire usted, y es el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social el que da la nota. Pues resulta que durante el gobierno del
reynosense se incrementaron los índices de pobreza en la entidad; nada
más para citar un dato consignado por El Diario MX recientemente: La
población en situación de pobreza extrema pasó de 3.0 por ciento en el
2018 a 3.8 en el 2020, en plena administración estatal panista, bajo el
mando de aquel que ahora es el flamante coordinador del tema de
seguridad pública del Frente Amplio por México.
Ahí están los resultados de esta politiquería electorera barata usada
ahora también por los algunos alcaldes panistas, y decimos algunos porque
seguramente otros, como el de Tula, trabajan en plan cordial y en plena
coordinación con el gobierno de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA. Uno de
ellos es considerado el mejor alcalde del país y ha dado muestras desde
octubre pasado que no es cabecista y gobierna tranquilamente mientras
Morena despacha en el Ejecutivo estatal. Claro, ya le atinó, es el CHUCHO
NADER, de Tampico, ciudad que está convertida en un polo de desarrollo
impresionante.
Hecho está. A falta de imaginación panista les podemos asegurar que
los habitantes de la mayoría de las alcaldías gobernadas por este partido
cambiarán de opción en las elecciones locales del próximo año, pues este
tipo de decisiones muestran la degradación política que tanto daño hizo a
Tamaulipas y que aún se da en varios municipios. Tiempo al tiempo, estos
panistas morderán el polvo electoral pronto. (Aplausos reiterados para el
Alcalde de Tula, faltaba más.)