Dhena Mansur Sánchez.-
Gran martes para todos, queridos lectores. Espero estén disfrutando mucho de este que es un periodo de descanso para muchos y que sirve definitivamente para recargar las pilas.
En esta ocasión hablaremos de lo que todos están hablando, el estreno tan esperado de la película Barbie, que representa a la muñeca más famosa en todo el mundo y quien fue parte fundamental de la niñez de millones de generaciones.
Lo que de entrada se esperaba antes de verla era una película de un mundo de fantasía, llena de color, colores pastel, felicidad, cero drama, en pocas palabras un comercial de dos horas que es el tiempo aproximado que dura este film.
Pues dicho y hecho al inicio de la misma nos muestra la rutina del día a día de Barbie una y otra vez pero conforme avanzaba la película pude entender perfectamente porque decidieron clasificarla no apta para niños sino para personas de 13 años en adelante. Si hubiera sido una película de carácter infantil no se hubieran podido incluir tantos mensajes tan profundos que Barbie te va regalando.
Hablemos de ellos, por ejemplo la vida de Barbie nunca implicaba salirte de la caja literal, han escuchado esa expresión en inglés Think outside of the box.
Es aquí donde considero que aplica perfecto, Barbie al llegar al mundo real, eso ve, empieza a querer actuar afuera de su caja como un ser humano, no como un estereotipo de muñeca, se topa con un mundo real en donde la gente no solo ríe, también está triste, se pelea, se enoja.
Otro punto muy clave, los roles tanto del hombre como de la mujer, Ken descubre todo lo que puede lograr independientemente de amar a Barbie.
Pero el mensaje más enriquecedor y con el que creo que la mayoría de las mujeres nos sentimos identificadas, es el de América Ferrera, la mujer siempre ha vivido una presión social impresionante no solo por nuestra apariencia, la sociedad constantemente juzga nuestro comportamiento.
Y aquí viene la mejor parte de la película que es totalmente opuesto a lo que es el producto de Mattel una muñeca de plástico sin vida.
El mensaje que Barbie nos regala es tan pero tan profundo para todos no solo para quien si tenga la intención de interpretarlo.
Cuantas veces como mujeres sentimos que no somos lo suficientemente bonitas, especiales, capaces en el ramo que desempeñamos, que si trabajamos descuidamos a nuestros hijos, que si no trabajas solo quieres estar al pendiente de tu hogar, que si tienes vida con tus amigas, descuidas a tu esposo, que si no sales con amigas absorbes a tu esposo, en fin, sufrimos y nos exigimos día a día demasiado, siendo tan duras con nosotras mismas y la verdad absoluta y lo que Barbie te quiere transmitir es que Eres suficiente como eres.
La misma muñeca no solo muestra la Barbie estereotipo sino también la Barbie doctora, la profesionista y tantos pero tantos roles que la mujer ha sabido desempeñar, al salir a demostrarle al mundo de todo lo que es capaz, lejos de ser solo una cara bonita vestida de rosa.
Barbie te pide que te des un respiro y que dejes de querer gritarle al mundo de todo lo que eres capaz, Barbie te pide que lo creas así porque es la verdad, lo eres y ya no tienes que seguir en esa lucha extenuante de probar que eres capaz, te recuerda también que te ames tal y como eres y que dejes ir todo lo que no te sirve más.
Pero eso sí hacer todos los cambios necesarios que tengas que hacer en ti para ofrecerle al mundo tu mejor versión y así poder cambiarlo, tal y como Barbie decide dejar de ser una simple muñeca y quedarse en el mundo real para iniciar su nueva vida, una vida donde a ella le queda muy claro que no siempre los acontecimientos serán color de rosa, no siempre sonreirá, pero ese es el mundo real nos nos queda más que estar inmersos en ese viaje de aceptación, conscientes de todas nuestras imperfecciones y de quienes somos para así:
SER QUIENES QUEREMOS SER
Antes de despedirme agradezco de manera muy especial a Barbie quien fue mi cómplice y compañera de tantas horas de juego pero también de sueños que ahora estoy viendo aterrizados.
Gracias, Barbie por reaparecer y revivir nuestra niñez.
Twitter: @DhenaMansur