El día de hoy compartiré un tema sobre el cual tuve oportunidad de hablar, en lo que al desarrollo del ser respecta, tiene que ver con la capacidad de amar.
Ponerle límites a un niño significa hasta dónde sí puede llegar y hasta dónde no puede llegar, ¿Qué “puede” hacer? ¿Qué “no puede” hacer? Y en el fondo, lo que esos pequeños seres piden de sus padres es amor, los límites son una manifestación del amor que los padres sienten hacia sus pequeños.
Por lo tanto, la pregunta básica es ¿Amas a tus pequeños? ¿Fueron resultado de elección? ¿Fueron resultado de una borrachera? ¿Esperaste cuidarlos con tu pareja y estás sol@? te he dicho antes que el camino es la honestidad, no tiene sentido seguir avanzando si en el fondo no eres honesto en realidad.
Te pondré un ejemplo real que vi numerosas veces: cuando a un familiar le dan la noticia de que el enfermo que ha cuidado durante años va a morir. El familiar cuidador siente alivio, alegría, pero manifiesta tristeza, porque culturalmente no se tiene expresado sentir alivio cuando alguien muere, por lo tanto, te tienes que mentir para que los demás no te digan “malo” o “grosero”.
De igual forma, te estoy dando la oportunidad de equivocarte, de decir: “si no cuido a un hijo, fracaso como ser humano”, “sin mis hijos mi vida no tiene sentido”, “si no soy un excelente padre, entonces he fracasado”, “tengo que proteger a mi hijo como nadie cuidó de mi”. Y de aquí, podemos partir, de tu verdad. ¿Por qué necesitas ser honesto? Porque la sobreprotección hacia un hijo no es producto del amor, es producto del miedo.
Cuando tienes miedo de que tu hijo se caiga y se rompa para siempre, cuando tienes miedo de que tu hijo saque un 7 y sea un tonto para siempre, cuando tienes miedo de que tu hijo no sea como tú quieres, cuando tienes miedo de que el hijo de la vecina pase a quinto grado y tu hijo se quede en tercero, cuando tienes miedo de que no se pueda valer por sí mismo y pienses que eres tú la “única” persona en el mundo que puede amarlo, es entonces cuando se sobreprotege a un hijo.
Y ¿Qué ocurre con el hijo sobreprotegido? Es muy sencillo, aprenderá a vivir con miedo.
¿Quieres un hijo que viva con miedo? ¡Claro que eso es lo que quieres!, porque si él tiene miedo, entonces dependerá de ti. Y si él depende de ti, entonces llenará la jodida autoestima que tienes.
Para poder superar el miedo, primero hay que identificarlo, como te he dicho, ser honesto. Después de ser honesto, aprende a respetarte, aprende a ser imperfecto, después, sé independiente, crea tu propio mundo y respétalo, así como respetarías al del otro y, por último, sé libre, vive con libertad, la misma libertad e independencia que te gustaría que tu hijo tuviera. Si tú no eres un ser independiente y libre, tu hijo jamás lo será.
Actualmente vives masticando la comida para dársela a tu hijo, pero el amor es dejarlo que el mastique su propia comida con la mandíbula que sea que Dios le haya dado, deja de ser egoísta y respétalo.