Eleazar Ávila
Dicho en castellano, los conocemos a través de las redes y lo escribimos en latín para complicarles un poco la traducción, especialmente, a todos los que, en opulencia hicieron gala, mientras, mi reconocimiento a los que hicieron de este diciembre una buena oportunidad para trabajar y hacer política de la buena.
Lo hacemos con la certeza de que el cinismo y el círculo privado de paragueros les da para decir, en traducción: “Que se note que tenemos mucho y que se lo quitamos a ustedes”.
Positivamente, diría que del norte de la 4T se distinguió Alberto Granados, quien, como alcalde, no hizo el tradicional personalista mensaje de poder, pero sí usó el espacio para esperar que el 2025 sea “un año de retos y logros, pero siempre con paso firme y el compromiso de mejorar cada día. Las oportunidades están aquí, y estamos listos para aprovecharlas con valentía y trabajo en equipo”.
Sumando, la señora Mónica Villarreal, como alcaldesa de Tampico, ponderó: “Al cerrar este año agradezco la confianza que han depositado en esta administración y celebro los logros alcanzados en estos primeros tres meses de gobierno. Desde la rehabilitación de espacios públicos hasta los programas sociales que han impactado a quienes más lo necesitan, cada avance es fruto del compromiso compartido con el bienestar de nuestra ciudad sobre los valores que nos unen: la paz, la generosidad y la solidaridad”.
Armando Martínez, como presidente municipal de Altamira, incluso fue muy sobrio al afirmar en sus redes que “de acuerdo a la cultura, costumbres y tradiciones en cada país, la celebración del Año Nuevo tiene varios matices, pero siempre con el mismo fin: iniciar un nuevo año con los mejores deseos y expectativas por cumplir”. Realizó la celebración de fin de año con cientos de familias altamirenses desde la isla de La Esperanza.
En Madero, Erasmo González Robledo, igual en sus redes, deseó que el 2025 sea “un Año Nuevo lleno de esperanza y unión.
En este Año Nuevo, renovamos nuestro compromiso con cada uno de ustedes, trabajando con esfuerzo y dedicación para seguir construyendo una ciudad más próspera, inclusiva, sustentable y llena de oportunidades”.
Aquí siempre haremos un alto, mismo que tiene que ver con los esfuerzos coordinados entre los tres municipios del sur, con un pacto que mucho les ha dado rentas de unidad y confianza en todos los sentidos.
Lógicamente, si vamos a la Capital, estuvimos atentos a tres voces importantes: por supuesto, primero el jefe del Ejecutivo, el doctor Américo Villarreal Anaya, trabajando todos los días, poniendo el ejemplo.
Desear lo mejor en 2025 es bueno, pero hacerlo trabajando es mucho mejor. En ello, el gobernador Américo Villarreal Anaya y la presidenta del DIF Estatal, María de Villarreal, supervisaron la tarde de este lunes las instalaciones del Centro de Atención y Protección a Niñas, Niños y Adolescentes, el cual podría habilitarse como un albergue para las y los migrantes deportados de Estados Unidos.
De la misma manera, vimos a AVA junto al secretario general de Gobierno, Héctor Joel Villegas, supervisando los trabajos en la Mesa de Seguridad, atendiendo la protección de las y los paisanos y recibiendo información sobre las acciones de las diversas corporaciones responsables de la seguridad en Tamaulipas.
Y claro, no podía faltar la voz de nuestra Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde su rector, Dámaso Anaya Alvarado, y toda la familia UAT desearon “un año lleno de nuevas oportunidades, sueños por cumplir y momentos inolvidables. Que este nuevo capítulo venga cargado de éxito, aprendizaje y unión, mientras seguimos transformando vidas y construyendo un mejor futuro juntas y juntos”.
Con el estilo trabajador del rector, seguro las metas de trabajo académico, de obra material y de investigación serán superadas.
Nostra política.- A jalar, que se ocupa…
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