Dhena Mansur Sánchez
Qué gusto me da siempre el poder saludarlos desde este El Lado Amable aquí en El Diario, y la pregunta obligada en esta ocasión: ¿vieron el debate?
Este fue el tercero y ya el último que veremos a unos días del 2 de junio, día en que iremos a votar como debemos si es que queremos marcar una tendencia sea cual sea nuestro candidato favorito.
Y hablando de favoritos, ¿ya tienen el suyo? Ya sabemos que cada que termina un debate cada candidato se dice ganador del mismo, pero en realidad ¿hubo ganador?
Máynez en todo momento risueño como ya lo hemos visto en los otros debates, no ataca ni a Xóchitl ni a Claudia, solo escucha, se vuelve a reír y comparte sus propuestas.
Por otro lado, Claudia Sheinbaum al ser atacada por Xóchitl en muchísimas ocasiones, nunca volteó a verla, tampoco le respondió a lo que ella le cuestionaba, proponía, pero en vez de aclarar se limitó a continuar e ignorar cada uno de los cuestionamientos incluso el de las personas desaparecidas.
Se puede decir que la mayor de las provocaciones fue en donde Xóchitl le menciona a la Virgen de Guadalupe y muestra una imagen en donde Claudia la porta en su vestimenta, incluso la candidata le pregunta el porqué de esto si asegura que ella no cree en Dios, muchos calificaron esta acusación muy fuera de lugar, pero como ustedes saben en el debate se han dicho de todo.
Hablando de Xóchitl se esperaba que al menos en esta ocasión no recurriera como en las otras a solo descalificar y atacar a Claudia, si hizo propuestas, pero no optó por una estrategia distinta, en esta otra oportunidad para ella predomino el ataque lejos de tomar en cuenta al público y proponer ideas concretas.
Claudia, como en todos los debates, fría como el viento, peligrosa como el mar -como diría Luis Miguel- pero al menos esa estrategia le funcionó para mostrarse segura, confiada y tranquila ante los espectadores, dejó dudas al no responder, eso sí, pero no se hizo menos en ningún momento y eso siempre impone.
Lo que ya siento que ya es un hecho y tal vez no lo hemos percibido ante la efervescencia de esta que es la elección más grande de todos los tiempos, es que tendremos mujer presidenta, no me quiero adelantar porque sabemos que en política hay sorpresas y todo cambia en el último momento, pero lo que si se ve venir debido al bajo porcentaje con el que cuenta Máynez, es que una mujer será la ganadora, ya que sabemos que las fuertes en porcentajes son ellas dos, el primer logro aquí es que ya somos un país en donde la mujer ha triunfado llegando a ser candidata a la presidencia de la república y eso hay que aplaudirlo.
Grábense el año: el 2024 una mujer llegó a ocupar la silla presidencial en la historia de nuestro país. Pero aquí viene la pregunta del millón y el que sería el segundo logro ¿podrá una mujer enderezar el barco?
¿Están preparadas cualquiera de estas mujeres? ¿Está listo México para ser dirigido por una mujer?
Soy mujer y no quiero minimizarlas, al contrario, pienso que impulsándonos somos mucho mejores, eso me consta, pero lo que también me consta es que mi país está viviendo su peor momento y, por ende, de todos los periodos presidenciales este es uno de los que más trabajo costarán.
X: @DhenaMansur