noviembre 23, 2024
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Dhena Mansur Sánchez

Titánico desafio

junio 26, 2023 | 1074 vistas

Por Dhena Mansur Sánchez.-

Ningún barco, inclusive de la actualidad, podrá compararse con el Titánic. Para empezar era un transatlántico a diferencia de otros, hasta de los actuales cruceros.

Puedo confesarles, queridos lectores, que el Titánic es uno de los temas por los que más siento fascinación. Creo que la película pude haberla visto más de 50 veces y la seguiré viendo, muchos dicen que no era el Titanic que era otro barco, pero de igual forma lo inimaginable sucedió.

El Titánic representa muchísimas cosas no solo fierros viejos en el fondo del mar, esas ruinas, ese naufragio es uno de los mausoleos más grandes en la historia ya que estamos hablando de solo 700 sobrevivientes ante dos mil 200 personas a bordo. No lo digo yo, lo dijo la hija única de la familia Hart, quien se convirtió en la última sobreviviente del Titánic en morir en 1996, pero siendo realmente un testigo de esa desgarradora noche que describe oscura y silenciosa, después de haber escuchado los gritos más aturdidores.

La pequeña de siete años, logró llegar a Nueva York ya sin su padre y es por eso que a cada excursionista que baja a presenciar el Titánic ella lo considera un pirata y un profanador de la tumba de su padre. No dudo que quien haya estado relacionado con todas esas víctimas piense lo mismo, esa fue la última morada de todos ellos; morada que lejos de respetarse para que descansen en paz ha sido visitada una y otra vez incluso hasta para rescatar lujosos objetos que representan muchísimo dinero.

Este barco estaba hasta el tope de millonarios, aristócratas, la crema y nata del desarrollo económico del mundo, así como también personas de muy escasos recursos, para las que, el hecho de conseguir un boleto para viajar en él era un gran logro ya que les permitiría buscar una mejor vida.

Por este motivo, por los pasajeros que ingresarían a él, dicho barco fue equipado con vajillas de porcelana jamás usadas, copas con incrustaciones de oro, camarotes valuados en miles de dólares, una experiencia de lujo, que derrochaba majestuosidad, potencia, grandeza, tan es así que sus mismos tripulantes lo denominaron el insumergible, desafiando así a las fuerzas de la naturaleza, al mar y sobre todo al Creador quien tiene la última palabra. Hay muchas versiones del desastre, también se dice que se quería terminar con la vida de tantos poderosos y asquerosamente millonarios que viajaban ahí, una lista de pasajeros estelar y que lo que en verdad ocurrió fue que atacaron el barco desde adentro ocasionando así que se hundiera, por mencionarles una versión distinta, la otra el haber forzado el Titánic con una velocidad que no era la indicada con tal de sorprender al mundo y llegar a su meta antes de lo planeado, por ejemplo algo que muy poco se comenta pero los operadores inalámbricos ya habían comenzado a recibir alertas de icebergs en el agua y a pesar de ello continuaron avanzado.

Pero sea cual sea el motivo que trajo consigo una de las más grandes tragedias a nivel mundial y que se pudo haber evitado, me atrevo a citar una frase muy conocida seguro la conocen La vida es tan buena maestra que si no aprendes la lección, te la repite.

Nunca conoceremos a ciencia cierta el verdadero motivo pero si se aprecia una coincidencia impresionante si hacemos mención del reciente y también fatal acontecimiento del sumergible Titán, y no me refiero a que solo es distinto por dos letras menos Titán, Titanic. A lo que me refiero es a esto: muchas personas se preguntan ¿Quién en su sano juicio pagaría tanto dinero por morir? Por ese lado tal vez debemos respetar que así como tú sientes fascinación por cualquier tema, estas victimas la sentían por el Titánic, pero aun así de nueva cuenta parece que copiaron la actitud de quien dirigía el Titanic aquel 14 de abril de 1912, se creyeron invencibles, intocables y hasta inmortales presumiendo que nada podría pasarles.

El error humano de llevar pocos botes salvavidas, la ambición de querer llegar al destino en menos días, todo se pudo haber evitado, evitando así el mayor desperdicio de vidas que hasta hoy no nos deja de impresionar, y si hacemos la comparativa, no dejo de analizar la presunción de Bruce Ismay, el gerente de la compañía White Star Line, sumamente parecida a la de Stockton Rush, el Director General de Ocean Gate compañía patrocinadora del Titán.

Definitivamente la gran premisa que engloba tanto al Titanic como al Titán es el sentirnos superiores cuando en realidad no somos nada, ni el más imponente barco pudo librarse de semejante tragedia y hoy en día ni todo el dinero les pudo dar un sumergible seguro y mucho menos oxígeno para continuar con vida.

 

 

 

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