Rogelio Rodríguez Mendoza
¿LLEGARÁ ISMAEL?.- Conforme se acerca la fecha del arranque de la 66 Legislatura, crece la duda acerca de si, Ismael García Cabeza de Vaca, logrará rendir protesta para alcanzar el ansiado fuero constitucional.
Lo anterior porque, como se sabe, existe una orden de aprehensión vigente por delitos graves, en contra del todavía Senador panista, que no le ha sido cumplimentada por la inmunidad procesal que le otorga el cargo.
La única forma de que el hermano del exgobernador, logre hacer acto de presencia en la sede del Congreso del Estado, para asumir el cargo de diputado local, es a través de una suspensión de amparo.
¿La conseguirá? Todo dependerá de la habilidad y capacidad de sus abogados, pero de no lograr la protección de la justicia federal ya se podrá ir despidiendo de su asiento en la 66 Legislatura tamaulipeca.
Por lo pronto, las apuestas están a todo lo que da hacia el interior del Poder Legislativo, donde va ganando el “no se presentará”.
Lo que, si es que, la situación para Ismael luce complicada porque los delitos de los que se le acusa son de esos que merecen prisión preventiva oficiosa, o lo que es lo mismo, de los que no alcanzan fianza y el acusado debe llevar su proceso tras las rejas.
EL MÁS ESCANDALOSO.- El actual Pleno del Tribunal Electoral de, ya tiene ganado un lugar en la historia estatal: será recordado como el que más escándalos ha protagonizado y el que más ha deteriorado su imagen.
El comportamiento que han asumido los actuales magistrados, en particular el presidente, Edgar Danés Rojas, y sus pares, Edgar Iván Arroyo y René Osiris Sánchez Rivas, es de pena ajena, impropio de un órgano jurisdiccional, donde uno espera ver jueces pulcros en su conducta y en sus resoluciones.
Sin embargo, lo único que hemos visto durante los últimos años son confrontaciones públicas entre los magistrados, las cuales se han evidenciado con crudeza en sesiones como la celebrada el pasado domingo, en la que incluso llegaron a los gritos e insultos.
Ni que decir del magistrado, Danés Rojas, quien enfrenta denuncias por acoso sexual y por violentar la prohibición que le impide desempeñar otro cargo por el que reciba un pago.
En ambos casos, el presidente del Trieltam ha logrado impunidad, lo que resulta grave porque ocurre en una instancia impartidora de justicia.
Extrañamente, ninguna autoridad, ni el Senado de la República se han ocupado de meter orden. Cualquiera pensaría que la instrucción es no tocar al magistrado presidente. Si no es así, por lo menos es lo que parece.
Ojalá que no tengan que llegar a los golpes los magistrados para que las instancias competentes se dignen a intervenir.
PARÓN.- Como era de esperarse, este lunes los trabajadores del Poder Judicial Federal (PJF), en Tamaulipas se sumaron al paro nacional en el que ya participan alrededor de 16 estados en protesta por la reforma judicial cuya aprobación es inminente.
Poco antes del mediodía, los trabajadores cerraron los accesos a los órganos jurisdiccionales que conforman el décimo noveno circuito del PJF, y han advertido que el movimiento tiene carácter de indefinido.
Se quejan de que la reforma terminará afectándolos porque prácticamente desaparece la carrera judicial, que es el mecanismo más confiable para lograr seguridad laboral e ir consiguiendo ascensos.
Además, la reforma desaparece los fideicomisos y prohíbe la creación de otros, lo que termina incidiendo en sus beneficios laborales.
El paro en el PJF se agravará a partir de este miércoles, porque casi es un hecho que se sumarán al mismo poco más de mil 500 jueces, magistrados y los ministros.
Aunque hay quienes intentan minimizar el parón en el PJF, la realidad es que la solución al conflicto luce incierto y un posible mal manejo podría detonar la violencia.
ASÍ ANDAN LAS COSAS.