Rogelio Rodríguez Mendoza
A menos que ocurra algo extraordinario, la polémica reforma judicial será una realidad. El proceso reformador de la constitución ya está en marcha y cumplió su primera fase, que es la aprobación de la iniciativa por parte de la Cámara de Diputados.
Toca el turno a la Cámara de Senadores y después a las legislaturas estatales avalar los cambios al sistema de impartición de justicia, pero será simple protocolo porque Morena, como en la Cámara de Diputados, también tiene mayoría en el Senado y en dos tercios de los congresos estatales.
Por eso es que le digo que la reforma judicial será una realidad. Todo es cuestión de días para que quede consumada. Nada lo impedirá.
Frente a ello, ahora solo queda cruzar los dedos y rezar, (literal) para que lo que viene no vaya a sumir al país en una crisis social.
Y es que, con todo y nuestros problemas y carencias como nación, los mexicanos seguimos siendo privilegiados porque nuestras libertades y derechos siguen a salvo.
Es cierto, tenemos grandes agobios, como los tiene cualquier nación, hasta las grandes potencias. Por ejemplo, la inseguridad pública sigue desbordada en una gran parte del territorio nacional, mientras que rubros como el de salud, el educativo y otros, padecen enormes rezagos.
Pero son carencias que un buen gobierno puede resolver.
Lo que verdaderamente preocupa, asusta, es la monopolización del poder en un solo partido, porque podríamos estar cavando la tumba de esas libertades y derechos que tantos años de lucha nos costaron.
Y esa monopolización del poder será un hecho a partir de que la reforma judicial quede consolidada, porque Morena tendrá el control sobre los tres poderes públicos. Ya lo tiene sobre el Ejecutivo y el Legislativo, y en breve lo tendrá sobre el Judicial.
Por eso, le insisto, solo nos queda hacer votos para que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, cuyo mandato inicia el uno de octubre próximo, tenga la sabiduría, la inteligencia y la templanza, para gobernar con cordura y, sobre todo, para que no caiga en la tentación de ejercer el poder de forma autoritaria y abusiva.
Sobre todo, la presidenta debe entender que gobernará para todos los mexicanos y no solo para quienes votaron por ella. Esa es nuestra única esperanza: que la prudencia y la sensatez le alcancen a la mandataria federal para manejar con responsabilidad e inteligencia todo el poder que estará concentrado en ella.
De ello depende que este país no se vaya al carajo.
EL RESTO
EXTRAORDINARIAS.- Antes de que termine septiembre, los diputados que integran la 65 Legislatura local serán llamados por lo menos a dos sesiones extraordinarias. Sí, o sí.
Una de las plenarias sería para entregar la medalla al mérito, “Luis García de Arellano”, a la que se prevé asista el gobernador, Américo Villarreal Anaya, mientras que la otra sería para desahogar al menos una veintena de dictámenes, pero particularmente para que la legislatura estatal sea una de las primeras 17 que le darán el aval a la reforma judicial.
Como se sabe, dentro del proceso reformador de la constitución se requiere que la iniciativa reciba el aval de al menos la mitad más uno de las legislaturas estatales, y en función de ello la bancada mayoritaria en el Congreso de Tamaulipas querrá ser una de las primeras en darle el “sí” a la minuta respectiva.
En razón de eso, es muy probable que el lunes próximo la Diputación Permanente que preside el reynosense, Humberto Prieto Herrera, defina las fechas de las extraordinarias.
ASÍ ANDAN LAS COSAS.