A mediados de diciembre del 2022, el alcalde panista de El Mante, NOÉ RAMOS, fue al Congreso Local para denunciar ante diputados de su partido -a requerimiento de ellos-, que en ese momento presidían la representación popular, la existencia de amenazas en su contra, por lo que pedía la protección del Estado.
Era el tercer mes de ejercicio del nuevo gobierno estatal morenista y todo se enmarcaba en la estrategia de desprestigio desplegada por el PAN, desde que perdió la elección, amenazando con una “inminente ola de terror”.
El Secretario de Seguridad Pública del Estado, SERGIO HERNALDO CHÁVEZ GARCÍA, entrevistado al día siguiente, confirmó que ya le habían asignado escoltas al jefe edilicio, no así, la camioneta blindada que pedía, porque la dependencia no contaba con recursos de ese tipo disponibles.
Casi seis meses después, el 27 de mayo del 2 mil 23, le fue retirada la protección de la Guardia Estatal, al considerarse, que el motivo de la asignación había quedado superado.
En el origen, el alcalde señaló a dos personas como las autoras de las amenazas, lo que motivó acciones ministeriales hasta el encarcelamiento de los mismos, con anterioridad.
Dos días después del retiro de las escoltas, el 29 de mayo del 2 mil 23, el alcalde volvió a solicitar las medidas cautelares, misma que fue sometida al análisis de la Secretaría, en cuyo reglamento, basado en el Código Federal de Procedimientos Penales, se estableció, debía privar denuncia de promedio, fundando y motivando la solicitud.
El 31 de mayo y el 6 de junio, mientras se daba trámite a la denuncia ante la Fiscalía General de Justicia, a cargo del panista-trukista IRVING BARRIOS MOJICA, el alcalde volvió a meter oficios solicitando la protección del Estado.
Producto de la denuncia, en la Fiscalía se hicieron las investigaciones de rigor y fue esta la que, evaluados los elementos, a finales de noviembre determinó, ameritaba la asignación de agentes, hasta por un término de un mes, mismos que obtuvo enseguida.
Esa fue la última solicitud de su parte, de seguridad oficial y la última asignación que se hizo de parte de las autoridades del Estado.
Luego se supo que, a inicios de este año, contrató por su cuenta, seguridad privada, a la que se integraron hasta ocho elementos, exintegrantes de las fuerzas armadas del país, marinos y soldados.
Por eso, pareció natural que, formalizada su candidatura a la reelección en marzo, e iniciadas las campañas hace menos de dos semanas, no estuviera entre los contendientes que solicitaron seguridad al Estado, a través de las instancias electorales.
Unas y otras así lo han confirmado.
El pasado viernes, cuatro días después de haber iniciado formalmente la campaña reeleccionista, NOÉ RAMOS fue asesinado con arma blanca por un sujeto y fuera de su entorno, no se ha dibujado la hipótesis del móvil político en el crimen.
Fue tan infame el asesinato del candidato a la alcaldía de El Mante, como el pretendido uso por mandos de su partido, el PAN, con fines electoreros.
La “mala leche” es como la sentencia aquella que dice: el que obra mal, se le pudre la conciencia.
Otra vez, el exgobernador de triste memoria y sus acólitos, pretendieron a partir de una tragedia, sacar raja política, e intentar revertir el mal humor social y repudio que provoca su persona y sus personeros, obteniendo lo contrario.
Aunque pronto se detuvo al autor material del crimen y las autoridades han demostrado que cuantas veces lo solicitó, la seguridad le fue asignada por el Estado, en los términos y con los protocolos de ley, como quiera, los panistas todavía ayer seguían dictando conferencias de prensa con las aviesas intenciones aquellas.
Es la tercera vez, en lo que va del proceso, en que los personeros de FRANCISCO JAVIER “N”, montan un cuadro para desprestigiar a Morena y su gobierno, con la idea de que así obtendrán algún voto, pero han resultado ellos los señalados y desprestigiados, provocando que más gente deje de considerarlos como opción electoral.
Las mentiras, agresiones, trampas y manipulaciones se les seguirán revirtiendo.
Por sus hechos los conocemos.
Dicen que cuando se enojan las comadres, se dicen las verdades.
El impresentable ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA, acusó a ARTURO SOTO de ser extorsionador de migrantes y este le respondió que ya lo conoce y lo que está tratando de hacer, es desvirtuar la denuncia que le ha presentado.
Al primero lo acaba de reivindicar la sala regional del Trife como candidato puntero en la lista plurinominal del PAN al Congreso local, tras denuncias de la irregular elección, de parte del segundo.
A este último le queda para recurrir, la Sala Superior del Tribunal, misma que ya echó abajo al hermano del primero, como candidato en la misma posición, pero para la cámara federal. Solo necesita empatar las cáusales ciertamente coincidentes.
No voy a desmentirlo; solo repetiré que quien metió a la cárcel a ALFREDO BIASI, para quitarle el negocio de la extorsión a los transmigrantes, fueron los CABEZA DE VACA, extendiendo tal asignatura a SOTO. A BIASI ya le dieron la planilla de Matamoros y a SOTO nada.
Cosas de familia… a la italiana.