diciembre 12, 2024
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Emanuel Varela

Empatía

septiembre 29, 2023 | 348 vistas

Si al menos cada 15 minutos tienes que voltear a tu celular, prácticamente estás jodido. Eres adicto, ser adicto significa ser esclavo de algo. Pero lo que me interesa rescatar es que para que algo se “llene”, primero tiene que estar “vacío”.

En el plano físico, para que puedas “comer”, primero debes de tener “hambre”; para que puedas “descansar”, tienes que estar “cansado”. En el plano psicológico, tienes que estar “solo”, para disfrutar estar “acompañado”; primero tienes que estar “aburrido” para que surja la “creatividad”. Esto es básicamente un ciclo sin fin, y es lo más “sano” posible que puede ser el humano. En el caso de las adicciones, todo aquello adictivo interrumpe este ciclo. En el caso del celular, por ejemplo, nunca te deja estar aburrido, esto significa que no puede emerger la creatividad, permaneces embotado en un nivel de atención superficial que no te deja emerger a lo profundo del ser. Lo mismo pasa con cualquier otra cosa que sea adictiva, tienen la finalidad de no dejarte sentir lo más profundo de ti porque podría ser doloroso lo que encuentres ahí.

La empatía es paradójica porque es el nivel más básico de los procesos de atención, pero en la medida en que pasan experiencias en nuestra vida, se hace más difícil. La empatía es básicamente “llenarnos” de lo que el otro es y siente, pero para poder lograr eso, necesitamos “vaciarnos” de nosotros mismos, esto significa que tu mente debe dejar de pensar en sí misma, para poder atender al otro. Dejar de pensar en nosotros mismos es una tarea difícil cuando estás lleno de heridas, resentimientos y mitos. Te sugiero trabajar para soltar todo esto y regresar al nivel de atención ideal.

La empatía es la herramienta básica con la que nacemos, porque es precisamente el puente moral, es la guía en nuestra vida, es el motor de la existencia misma. El ejemplo más claro es la atención que una madre presta a un hijo, la madre procura “adivinar” lo que siente su hijo para poder dárselo, de alguna forma está ejercitando su empatía sin saberlo.

Cuando le preguntan a Jesús sobre los mandamientos, Jesús repite los mandamientos más básicos, y finalmente los resume en uno solo: “Ama al prójimo como a ti mismo”.

Para que exista una transformación personal, y más aún, una verdadera transformación social, lo único que hay que hacer es amar al prójimo, y la empatía es el primer paso. ¿Por qué esto es tan importante?

Cuando tu nivel de consciencia sobre ti y sobre el prójimo crece, en realidad te encuentras con puros espejos, cada persona es una extensión sobre ti, y difícilmente asesinarías a alguien si supieras que esa persona es una parte de ti. Si te llenaras de tu espos@ difícilmente cometerías adulterio porque te dolería que te hicieran lo mismo. Si te llenas de la persona que te pide limosna, seguramente te gustaría darle todo tu dinero. Si reconocieras lo que el otro es y tiene, agradecerías lo que ya tienes y no robarías ni envidiarías. Si reconocieras las necesidades del otro, difícilmente serías corrupto, porque entenderías el respeto a la libertad personal.

Te diré un secreto: todo en la sociedad está diseñado para evitar que la sociedad funcione como sociedad. No imaginas el verdadero poder que hay detrás del amor al prójimo. El amor por el prójimo es el único camino para encontrarnos con el creador, para regresar a nuestro auténtico camino, regresar a nuestro auténtico ser.

Y te diré algo más, por lo cual te digo que el egoísmo moderno te lleva lejos del camino: la verdadera felicidad radica en hacer feliz al otro, porque en automático te llenarás tú de esa felicidad. Simplemente estamos diseñados para servir al otro.

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