diciembre 14, 2024
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Azael Jaramillo

Error de AMLO debe repararse

abril 30, 2024 | 269 vistas

Azahel Jaramillo H.

 

¿Cómo están? El pasado lunes, tras un vistazo mañanero a los principales periódicos del estado, nos percatamos de un gran número de accidentes en las carreteras tamaulipecas.

En el panorama nacional los accidentes carreteros no paran.

Hace justo un año, en mayo del 2023, ocurrió la muerte de 27 personas en la carretera federal Victoria-Zaragoza. Y este fin de semana no fueron 27 muertos, pero sí hubo muertos y heridos. Familias que lloran la muerte del padre, o del hijo, del hermano. Nefasto el asunto.

Este problema de las tragedias en carreteras es para insistir. Este gran número de accidentes se debe a varios factores. Son tres, creo yo, los principales factores: Primero, al llegar al poder AMLO ordenó la desaparición de ese gran “vigilante” que era la Policía Federal de Caminos; segundo, el miedo a ser asaltados en carretera por maleantes hace que los conductores le suban a la velocidad; y tercero, México pertenece junto con Estados Unidos y Canadá al Tratado de Libre Comercio, y con todo y ello, solamente en México circulan con impunidad los peligrosos tráileres de doble remolque. Y que nadie salga conque a los de “doble remolque” solo se les permite circular de noche. Y es que, precisamente, me consta como habitual televidente presenciar transmisiones “en vivo” narrando el accidente de vehículo un tráiler en la carretera Monterrey-Monclova, y vimos en la transmisión de medio minuto, circular, muy orondo, una unidad de “doble remolque”.

Antes de que AMLO llegara al poder, la Policía Federal de Caminos era una corporación de seguridad en las carreteras federales que vigilaba, orientaba, auxiliaba y hacía los peritajes necesarios en accidentes y daños. “Disciplina, Lealtad y Sacrificio”, era el lema de la Federal de Caminos.

Las consecuencias de que no haya ya federales de Caminos han sido desastrosas en lo referente al alza de accidentes y asaltos carreteros. Y la Guardia Nacional, que entró al quite, nomás no ejerce una buena vigilancia y prevención porque a sus elementos les falta preparación.

La Guardia Nacional, integrada por soldados rasos carece de suficientes conocimientos de Tránsito, primeros auxilios y ya no hablemos de detección de contrabando y drogas. Hay datos que precisan que en pocos meses los elementos de la Guardia Nacional han colisionado, chocado, dejado pa’l perro mil 200 patrullas con daños a terceros y a la Nación. Los polis que cuidaban las carreteras federales hasta el sexenio de Enrique Peña Nieto eran suboficiales o elementos policiales de mayor jerarquía.

Con la llegada de AMLO se enviaron a militares de bajo rango a cuidar las carreteras.

Se sustituyó la “corrupta” Federal de Caminos por la inexperta Guardia Nacional, con la nefasta consecuencia de que se han incrementado en este sexenio de la 4T en un 40 por ciento los muertos en accidentes carreteros.

Con la llegada de AMLO al poder los policías de caminos –“corruptos”, asegún–, pero eficientes para mantener en buen nivel la seguridad carretera, fueron paulatinamente retirados del servicio para ser sustituidos por militares de bajo rango.

Información de «Crónica» (01/septiembre/2021) indica que «Estos militares provienen de la Policía Militar y fueron enviados a minicursos exprés sobre caminos y carreteras a academias de San Luis Potosí, Guanajuato y Chihuahua (manejados ya por militares) y no por especialistas de la desaparecida Policía Federal».

La Federal de Caminos tenía una tradición de 90 años de servicio.

El 26 de marzo de 2023 escribió Alfredo Reyes en «Vanguardia.Mx» : «Fue un grave error desaparecer la Policía Federal de Caminos, un cuerpo de seguridad en las carreteras federales que vigilaba, orientaba, auxiliaba y ejercía el peritaje necesario en accidentes y daños a la nación tras 90 años de «Disciplina, Lealtad y Sacrificio», la honrosa divisa de dicha corporación».

Por desaparecerla, «las consecuencias han sido desastrosas. La evidencia está ahí para mirarla: grandes tramos carreteros en poder de la delincuencia organizada; autopistas intransitables bajo riesgo de asalto, secuestro y muerte; paso franco al narcotráfico y el contrabando; accidentes y hechos delictivos en medio de la nada y sin auxilio, atención o los peritajes necesarios».

Y añade Reyes: «No estamos hablando de cualquier brecha o camino rural, sino de las grandes vías de este país, como la Carretera Federal 15, México-Nogales, con tramos muy peligrosos en Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco y Michoacán. La Carretera Federal 45, Panamericana, con tramos mortales en Zacatecas y Guanajuato. La Carretera Federal 40, Mazatlán-Matamoros, con trayectos fuera de control en Tamaulipas. La Carretera Federal 85, México- Nuevo Laredo, carretera en poder del narco en regiones de San Luis Potosí, Nuevo León y Tamaulipas».

Así las cosas, sea ganadora Xóchitl, la doctora Claudia, Máynez, –o una cuarta opción que no tengamos ahora a la vista–, pero las carreteras federales deben ser bien resguardadas por oficiales bien preparados. El desastre que en este aspecto deja AMLO puede ser reparado. Debe ser reparado.  AMLO puede irse a su rancho, pero una efectiva vigilancia del tipo como tenía la “corrupta” Federal de Caminos debe volver a México para que tengamos carreteras más seguras. NOS VEMOS.

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