Rogelio Rodríguez Mendoza.-
FOCOS ROJOS.- Por más que la narrativa oficial insista en que no hay focos rojos sobre la elección del 2024, la realidad es que existen municipios donde, efectivamente, esos riesgos son más que visibles.
Le hablo de al menos una docena de municipios, donde operan viejos cacicazgos disfrazados de luchadores o defensores sociales que, en realidad son señores de horca y cuchillo, para quienes la única ley que impera es la suya.
Se trata de comunidades rurales en las que sus habitantes viven sometidos, atemorizados por esos grupos que, en época de elecciones, los obligan a votar por el partido de su conveniencia.
Una evidencia contundente de ello lo es el hecho de que, durante las últimas elecciones en esas zonas un solo partido es el que se ha llevado prácticamente el 100 por ciento de los votos.
¿Usted cree que eso es posible en una competencia auténticamente democrática, en la que el ciudadano salga libremente a ejercer su derecho al voto? Absurdo suponer que así sea.
Lo más grave de todo es que, de ello están enterados los gobiernos, que sin embargo hacen como que no ven y no oyen, lo cual tiene su explicación en el hecho de que han sido los principales beneficiarios de esos votos.
Por supuesto que también son cómplices los árbitros electorales, el INE y el Ietam, porque a pesar de estar enterados de lo que sucede, nada hacen al respecto. Se limitan a repetir el falso estribillo de que: “no hay un solo riesgo para la elección del 2024”.
TICO, EL ENGAÑO.- Jorge, “El Tico”, García, repite el falso discurso de todos aquellos que en su momento han buscado ser alcaldes de Victoria: se promueve como el salvador de la capital.
En sus afanes por conquistar simpatías ciudadanas, que luego se traduzcan en votos, el empresario habla de que transformará la capital del estado, pero no precisa cómo.
Recurre a la misma practica de diagnosticar la enfermedad, pero sin decirnos la cura. Los victorenses ya sabemos lo que padecemos, pero lo que nos urge son soluciones.
Como la mayoría de quienes aspiran a un cargo de elección popular, García quiere ser alcalde a base de promesas, y lo peor de todo es que son promesas inviables, huecas.
¿Transformar a Victoria? ¿Qué significa eso?
Por otra parte, nosotros insistimos en que la precandidatura de “El Tico” es un engaño. Una mentira. Estará en la boleta, sí, pero solamente para reducirle riesgos de una derrota a Morena.
¿O qué, acaso el PVEM y el PT, los partidos que presuntamente lo postularán, no han sido y son aliados de Morena?
MAGISTRADO CANDIDATO.- No es lo mismo ser “candidato a magistrado”, que “magistrado candidato”. Es una obviedad, pero no para Andrés González Galván, titular de la Sala Regional, con sede en Altamira, del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.
Resulta que, el juzgador de segunda instancia del Poder Judicial lleva ya varias semanas con un proselitismo intenso en la zona sur del estado, en busca de una candidatura para competir en la elección del 2024.
Nada de malo tendría la aspiración del magistrado, a no ser porque se trata de actividades muy dispares y encontradas. Un Juez debe mantenerse ajeno a influencias políticas, algo que parece no entender Don Andrés.
No lo admite abiertamente, pero nos dicen que el magistrado anda convencido de que puede ser parte de la 66 legislatura del Congreso del Estado. Quiere ser diputado local, pero no se sabe por cuál partido buscaría postularse, aunque no es ningún secreto que hasta hace pocos meses era abiertamente simpatizante del cabecismo.
ASI ANDAN LAS COSAS.