Eleazar Ávila
El éxito del PRI durante 77 años, 71 hasta el 2000, cuando Ernesto Zedillo entregó el poder al PAN, más los 6 adicionales del otro gran traidor, alias “el licenciado Peña Nieto”, fue el de tener una pirámide institucional.
Sectores, organizaciones, pero, sobre todo, como base de la pirámide, la certeza de que en el jarrito de los frijoles todos cabían, todos tenían un espacio, todos podían tener una oportunidad, más allá de las designaciones superiores.
Las de Palacio Nacional, en este caso, de Los Pinos, de la Secretaría de Gobernación, de las gubernaturas de las entidades (una de ellas conocida como el Distrito Federal) y por supuesto, del filtro que fue el poderoso con sus variables, Comité Ejecutivo Nacional.
Y estaban organizados, los campesinos en la CNC, los sectores populares en la CNOP, los sindicatos en la CTM y cada quien en el Olimpo le metía mano. Se repartían un inagotable pastel (hasta la fecha) y al momento las rentas nacionales, siguen siendo la fuente de mayor atracción para todos. De colores y sabores, pero sin que importa el orden, aquí les va.
Partido Redes Sociales Progresistas, Partido Socialista Unificado de México, Partido Socialista de los Trabajadores, Partido Socialdemócrata, Partido Social Demócrata, Partido Revolucionario de Unificación Nacional, Partido Revolucionario de los Trabajadores, Partido Republicano Progresista, Partido Popular Socialista, Partido Popular, Partido Nacionalista Mexicano, Partido Nacional Revolucionario, Partido Nacional Cooperatista.
artido Nacional Antirreeleccionista, Partido Nacional Agrarista, Partido Mexicano Socialista, Partido Mexicano de los Trabajadores, Partido Liberal Mexicano, Partido Liberal Mexicano, Partido Liberal Constitucionalista
Partido Liberal, Partido Laborista Mexicano, Partido Humanista, Partido Fuerza Popular, Partido Fuerza Ciudadana, Partido Fascista Mexicano, Partido Encuentro Solidario, Partido Encuentro Social, Partido Demócrata Mexicano, Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, Partido del Águila Negra.
Partido de la Sociedad Nacionalista, Partido de la Revolución Mexicana, Partido de la Revolución Democrática, Partido de Centro Democrático, Partido Constitucionalista Mexicano, Partido Constitucional Progresista, Partido Conservador, Partido Comunista Mexicano,
Partido Católico Nacional 95, Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, Partido Alianza Social, Nueva Alianza, México Posible, Fuerza por México, Federación de Partidos del Pueblo Mexicano, Democracia Social, Convergencia.
Pero todos, finalmente, gravitando en lo que fue el Partido Revolucionario Institucional, con sus satélites a través de la historia, en los estelares de los últimos años, por supuesto, el Verde Ecologista. Algunos en torno al Partido Acción Nacional, adivinen también asociado circunstancial del PVEM y, ahora de ocasión, en torno a Morena, adivinaron, el Verde de satélite junto con el PT, de Carlos Salinas, o del hermano Raúl.
El asunto es que el Verde ha dormido con todos en la cama del poder, donde, sin distraernos, que no lo decimos por mala fe con los amigos tucanes, solo es una verdad inatacable, una realidad como dice el cliché: “Se tenía que decir y se dijo”.
Por eso es que hablar de institucionalizar a Morena, es quizá el reto pendiente, como para durar mucho más que en el formato de un movimiento horizontal. Obviamente, no se trata de ideología, pues a su manera el PRI viajó en la conveniencia de la izquierda, al centro, a la derecha, o como han sido la mayoría de los esfuerzos del planeta, populismo a secas.
Que es Morena por ahora. En sus documentos se señala claramente “nuestro Movimiento es un espacio abierto, plural e incluyente, en el que participan mexicanos de todas las clases sociales y de diversas corrientes de pensamiento, religiones y culturas”.
Y en la ruta, para los efectos militantes y dirigentes de Morena se reunieron en el World Trade Center. Justo ahí, la Presidente Electa Claudia Sheinbaum sostuvo: «Seré presidenta y debo gobernar para todos».
En el adiós, Mario Delgado, quien será Secretario de Educación, deja la posición con una afirmación: “Para apoyar la reconstrucción de México que estaba en marcha era indispensable reconstruir al partido y reactivar al movimiento para no dejar las calles. Había que evitar que nos pasara lo que, al PRD, sin ofender al difunto”.
Lo hizo ante la élite de del morenismo y de los gobernadores, donde en la foto vimos muy cercano al ejecutivo de Tamaulipas, al Dr. Américo Villarreal Anaya.
No necesitamos esperar a la elección para no afirmar que Luisa María Alcalde, actual secretaria de Gobernación, era de origen la única candidata para ocupar la presidencia del partido.
Ya hablaremos de su discurso, ampliamente, y de la ruta personal que Claudia, como dirigente moral de Morena, algunos insisten en AMLO, programe a través de una dirigencia fresca, pero que, como muchos sugieren, necesita institucionalizarse para prevalecer décadas.
Nostra política.- “Lo que es digno de hacerse, es digno de que se haga bien”: Conde de Chesterfield.
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