¿Jueces sin rostro? ¿Es en serio? ¿Alguien cree, realmente, que durante un proceso penal que se lleva meses o años, será posible mantener en el anonimato la identidad del juzgador?
Pues bien, aunque usted no lo crea, la figura de los “Jueces sin rostro” quedó incluida dentro de la reforma al Poder Judicial Federal, como una estrategia que busca blindar contra el crimen organizado a los impartidores de justicia.
Los jueces anónimos surgieron en Italia, donde se implementaron para atender los juicios contra las mafias locales.
Luego, hubo otros países que importaron la figura. Fue utilizada en Colombia, durante la década de los 90, para juzgar a jefes de organizaciones del narcotráfico, y Perú los usó para juzgar a terroristas. Brasil también ha echado mano de ellos.
El común denominador de todos esos países es que, los “Jueces sin rostro” fueron creados para procesar a jefes mafiosos.
Seguramente inspirados en esos antecedentes, los diputados federales, particularmente los de Morena y sus aliados, lo hacen con la misma intención: proteger a los jueces que atiendan procesos contra miembros del crimen organizado.
Pero seamos serios y reitero la interrogante: ¿Alguien cree posible mantener en el anonimato la identidad de un juez?
Desde luego que no. Frente al poder de miedo y corruptor de los grupos criminales, obtener la identidad de un juez sin rostro será como quitarle un caramelo a un niño.
Es fantasioso e iluso suponer que ponerle una capucha a un juzgador lo hará inmune ante el poder letal de los cárteles criminales que operan en el país.
De hecho, no hay nada que pueda salvar a una persona, sea juez o no, cuando un grupo criminal le pone precio a su cabeza. Suena dramático y hasta agresivo o grosero, pero las cosas así son.
Al respecto vale destacar lo que comentan abogados litigantes, los mismos funcionarios judiciales y hasta los delincuentes: la mejor forma de que un juez esté libre de riesgo, es conducirse con honestidad e imparcialidad.
“Cuando el criminal procesado se da cuenta de que su juez es imparcial, se somete sin problema a sus resoluciones”, nos dice un prestigiado abogado capitalino. Por eso, añade, casi no hay asesinatos de jueces.
Su honestidad es su más seguro blindaje. La capucha es una vacilada.
EL RESTO
DIÁLOGO, NO CONFRONTACIÓN.- En el Poder Judicial local los magistrados exhibieron la bandera blanca, de la paz, en el debate por la reforma judicial a nivel federal, y que en su momento aterrizará en los estados.
Este martes, al atender a trabajadores del Poder Judicial Federal que llevaron su protesta contra la reforma a la sede de la judicatura estatal, el magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia, David Cerda Zúñiga, se pronunció por el diálogo para resolver el diferendo legislativo y social.
“Nuestra postura, ante los retos presentes y futuros, será siempre la de salir al encuentro desde el diálogo, con diálogo y más diálogo” mencionó.
Y aclaró: “En Tamaulipas, la división de poderes no se entiende desde la confrontación, sino desde el diálogo y el respeto a las competencias de cada uno”.
Como parte de ese diálogo, la judicatura local seguirá defendiendo la carrera judicial, como la mejor alternativa para promover al cargo de juezas y jueces a los mejores perfiles.
PREPARAN MALETAS.- En la legislatura local la mayoría de los diputados comenzaron a preparar el desalojo de sus oficinas para dejárselas a los nuevos inquilinos, que llegarán a partir del uno de octubre.
En lo administrativo, también comenzaron los trabajos de transición hacia la 66 Legislatura.
Se percibe un ambiente de nostalgia, mezclada con tristeza, sobre todo en aquellos que no lograron la reelección.
ASÍ ANDAN LAS COSAS.