LAS MODERNAS VERSIONES DE HUITZILOPOCHTLI Y TLÁLOC DEJARÁN DE SER ‘DIOSES¡
¿A los diputados federales y senadores de Morena les asiste la razón al cien por ciento en cuanto a la Reforma Judicial?
¿El presidente López Obrador tiene, como si fuera un dios omnipotente, omnipresente y omnisciente, toda la autoridad universal, inequívoca y perfecta respecto a que la Reforma Judicial, que hoy miércoles se votará en el Pleno del Senado de la República, es una las grandes y urgentes transformaciones que este país esperaba?
¿A los 24 gobiernos estatales que pertenecen a Morena, igual se les puede atribuir toda la razón de apoyar el referido cambio constitucional?
¿Por el hecho de que a partir del pasado dos de junio en las 24 entidades donde gobierna Morena viva el 74 por ciento de la población del país, debemos estar de acuerdo con la Reforma Judicial?
La respuesta de que a pesar de que Morena y sus aliados gobiernen a 93 de los 130 millones de personas que habitan esta nación, no significa que todo mundo esté en permanente acuerdo con su cúpula de poder integrada por el Presidente, los 24 gobernadores y los diputados y senadores que integran mayoritariamente el Congreso de la Unión.
No precisamente las mayorías siempre tienen la razón. Pero así es la democracia: falible.
NO SE VIERON EN EL ESPEJO DE CUANDO REFORMABAN LA CONSTITUCIÓN, SIN TANTO DEBATE
Sin embargo, como traté de decirlo en mi columna “¿A dónde fueron PAN y PRI y el resto de la oposición?”, ni juntos todos sus militantes han podido alzar la voz no con gritos, sino con la autoridad de la razón.
Simplemente la oposición careció y carece de la dialéctica que presumían en el pasado, incurriendo además en dos errores a la vista de todo mundo:
1 – No se vieron en el espejo de cuando el PRI, con una impresionante capacidad de “síntesis”, lograba hacer todos los cambios constitucionales sin tanto debate como ahora;
2 – Tomando la decisión (y así ocurrió muchas veces) de endeudar al país y a las generaciones que aún no habían nacido con una terrible carga económica que sólo benefició a la élite que todavía sigue ahí, agazapada, pero poderosa porque tienen todo el dinero del mundo.
(Y claro: esta élite que calladita se ve más bonita, sabe que si abre mucho la boca, como lo ha hecho, se les vendría el mundo encima, por corruptos.)
VIENE UN REACOMODO DE PODERES; ES LO QUE LOS ‘DIOSES’ QUIEREN EVITAR
Luego ahora nos vienen con la amenaza de que si hoy, en el pleno del Senado de la República, con todo y “Senador 86”, dizque traidor y toda la cosa, se aprueba la Reforma Judicial, entonces sobrevendrá, en cuestión de minutos, el fin del mundo.
Por eso millones mexicanos sufren de preocupaciones y jaquecas, pues la historia tan llevada y traída del fin del mundo siempre mortificará a la gente decente.
Lo bueno de esta historia es que los acontecimientos no desenlazarán en esos extremos de terror.
Ya es hora de que los conozcamos.
Quedarán expuestos a la luz del día las mañosas retóricas que al final sólo se convertirán en estrategias que caducarán a los minutos de haberse aprobado la reforma judicial.
¿Y saben qué? No habrá fin del mundo.
Sólo habrá un reacomodo de poderes: unos serán por muchos años oposición, mientras que los otros se sentarán en el poder, como lo hizo el PRI por más de siete décadas.
Y es ahí donde viene el dolor más profundo de quienes llegaron a sentirse las modernas versiones de Huitzilopochtli y Tláloc, competidores de Jehová en la obra maestra de “crear” los cielos y la tierra de esta maravillosa nación.
¡Deseándole un día maravilloso!
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