Una enésima reforma a la Ley de Agua del Estado ha vuelto a colocar a las Comapas en el ojo del huracán mediático.
Aprobada en sesión extraordinaria del Pleno del Congreso del Estado, este miércoles, la acción legislativa tiene como objetivo de fondo ejercer un mayor control financiero sobre todos los organismos operadores del agua, particularmente de aquellos que están bajo el mando de los municipios.
Para ello, se dará mayor participación a los diputados electos dentro de los consejos de administración, con el añadido de que tendrán voz y voto en la toma de decisiones.
Así, por ejemplo, en caso de que quieran solicitar un crédito o realizar una obra, los legisladores podrán apoyar o rechazar la petición.
También serán integrados a los consejos un representante de la sociedad civil y uno de la iniciativa privada.
Me parece que la intención es buena, porque durante décadas los organismos operadores del agua han sido una terrible fuente de corrupción. Al amparo de sus presupuestos se han construido enormes fortunas.
Basta ver el enriquecimiento de quienes han sido gerentes de Comapas como la de Victoria, para entender la gravedad del hecho. No hay exgerente pobre.
Con el paso de los años el robadero ha disminuido, pero sigue vigente.
De ahí la importancia de esta nueva intentona por ponerle freno a tanta corrupción en esas instancias prestadoras del servicio de agua potable y alcantarillado, aunque evidentemente se requerirá mucho más que eso para sanear los organismos.
Sobre todo, porque el desastre financiero en que se encuentran la mayor parte de la Comapas, no se debe exclusivamente al desvío de recursos públicos.
Hay otra causa que también ha contribuido a la quiebra de los organismos, y que son sus nóminas obesas, sobre todo por los sueldazos que se pagan a quienes ejercen cargos de mando.
Eso ocurre porque durante años los gobiernos han usado a los organismos para pagar favores políticos o acomodar a los familiares, amigos o compadres.
Bajo esa realidad, lo que urge es, si, generar “candados” para proteger el presupuesto y los ingresos de todos esos organismos, pero también debe ser prioritaria una reducción del personal que los opera.
Ambas cosas deben ir de la mano si realmente se aspira a tener Comapas saneadas financieramente y que, como consecuencia, presten un mejor servicio a los usuarios.
ENFRÍAN AL ITAIT.- Aunque mediáticamente el escándalo por la presunta irregular venta de vehículos propiedad del Itait parece haberse enfriado, nos dicen que el asunto sigue más vivo que nunca, al grado de que las instancias de procuración de justicia ya están trabajando en una investigación formal.
La información trascendida es que, fue tan burda la maniobra al vender a precio de chatarra unidades que estaban en perfectas condiciones de funcionamiento, y que además se las quedaran servidores públicos del mismo organismo garante de la transparencia, que no será difícil fincarles responsabilidades penales y administrativas a los involucrados.
El más preocupado por el tema debe ser el excomisionado presidente, Humberto Rangel Vallejo, porque los presuntos ilícitos y las irregularidades administrativas se cometieron durante su gestión.
Incluso, al menos dos de las personas que se beneficiaron con la venta de vehículos, han sido durante muchos años sus colaboradores.
En suma, es probable que muy pronto el Itait vuelva a ser noticia de escándalo.
ASÍ ANDAN LAS COSAS.
