Alfredo Guevara
Un nuevo revés, como presidenta de la Junta de Gobierno, recibió la diputada ÚRSULA PATRICIA SALAZAR.
De la misma manera que al Fiscal Anticorrupción, ahora le tumbaron la posibilidad de nombrar a FRANCISCO NORIEGA OROZCO como titular interino de la Auditoría Superior del Estado.
Y aunque la idea era buena, porque lo que se buscaba al final de cuentas era iniciar con tiempo el proceso de entrega – recepción con JORGE ESPINO ASCANIO, las cosas se hicieron mal.
Es una muestra más, de que ÚRSULA no está preparada ni tiene capacidad política o legal para enfrentar situaciones de esta naturaleza.
Evidencia tener asesores legales como de otro tipo, que lejos de ayudar, le estorban para dar resultados de su labor como presidenta de la Junta de Gobierno en el Congreso local.
Bien haría ÚRSULA en pedir licencia en las próximas semanas y dedicarse cien por ciento a su proyecto por encabezar la candidatura a la presidencia municipal de Tampico, a donde le está dedicando más atención, que a su labor en el Congreso local.
Es decir, dejar su lugar a otra persona mejor preparada, más capacitada y de mayor experiencia.
De otra forma, va a seguir perdiendo luchas, como la que no libró con el Auditor Superior del Estado JORGE ESPINO ASCANIO.
Y no es que sea santo de nuestra devoción ESPINO, pero la realidad de las cosas, es que basta con escucharlo, para darse cuenta de que tiene los argumentos legales para seguir siendo el titular de la ASE.
Incluso, en un descuido de la misma ÚRSULA, permitirle a ESPINO ASCANIO estar en condiciones de reelegirse por un nuevo periodo al frente de la Auditoría Superior. Cuidado.
La única novedad que se le vio a la legisladora es que, a diferencia de la Fiscalía Especializada para el Combate a la Corrupción, ahora no llevó cerrajero para abrir de manera vandalizada, las puertas de las oficinas de la Auditoría Superior del Estado.
Lo demás es el mismo esquema, con iguales resultados. ÚRSULA nomás no puede y alguien se lo tiene que decir.
No pudo con el titular de la Fiscalía General de Justicia en el Estado.
Tampoco con el titular de la Fiscalía Especializada para el Combate a la Corrupción. Con el Auditor ahí están los mismos resultados.
A estas alturas, lo rescatable que pudiera hacer la legisladora, es contratar un bufete de abogados o profesionales del derecho, que retome cada uno de los casos y haga un último intento de hacer a un lado a los titulares de esos organismos. Si es que se puede.
De otra forma, esperar a que la próxima legislatura local, tenga la cantidad suficiente de diputados para retirarlos del puesto. En fin.