Apenas las lluvias permitieron la recuperación de la presa “Vicente Guerrero”, principal fue de abasto de agua para uso humano en la Capital del Estado, y todos nos relajamos.
Y cuando digo “todos”, me refiero a los ciudadanos y a las mismas instancias gubernamentales responsables de los organismos operadores del agua. En el ámbito federal, es la Comisión Nacional del Agua (Conagua); en lo estatal, la Secretaría de Recursos Hidráulicos; y en lo municipal, la Comapa.
Tan pronto la presa comenzó a recibir escurrimientos y salió de la condición crítica en que la mantuvo aquel raquítico siete por ciento de su nivel de capacidad, de junio pasado, y todos nos olvidamos del miedo que llegó a invadirnos por lo cerca que estuvimos de quedarnos literalmente sin agua.
Muy pronto se nos olvidó que hubo amplios sectores de la Ciudad que sumaron semanas y hasta meses donde los hogares no recibieron una sola gota de agua en sus tomas domiciliarias, con el consecuente sufrimiento para cientos de familias que tuvieron que sobrevivir comprando agua (a precio de oro) a los “piperos”.
Hoy que la presa “Vicente Guerrero” está a más de un 50 por ciento de su nivel de almacenamiento, regresamos a las andadas. Los gobiernos ya no hablan de proyectos como la segunda línea del acueducto, o de las grandes inversiones para evitar la pérdida de hasta el 40 por ciento del vital líquido a través de las fugas en la red hidráulica de la ciudad.
Los ciudadanos, por su parte, retomaron aquellas prácticas que llegaron a prohibirse, como el no lavar las banquetas o vehículos a manguerazos, o el de regar los jardines.
Ahora, es común ver a muchas personas en esas rutinas y nadie dice nada. Antes éramos los propios ciudadanos quienes exhibíamos en redes sociales a esos “irresponsables”, pero en la actualidad ya nadie se asombra o se indigna por el desperdicio criminal del agua. No escarmentamos.
La verdad, que lamentable lo que está ocurriendo, porque lo que deberíamos estar haciendo todos es mantener vigentes aquellas exigencias de cuidado del agua. Nada nos garantiza que a la vuelta de algunos años vayamos a estar en las condiciones en que estábamos hasta hace menos de tres meses.
Por su parte, los gobiernos deberían aprovechar esta oportunidad que brinda la naturaleza, para concretar las obras que ya estaban programadas y para las cuales, se nos ha dicho, ya están aprobados los proyectos y autorizados los presupuestos.
Ojalá que las autoridades valoren la advertencia, o el susto, que nos dio la naturaleza, y en función de ello mantenga activa la estrategia de cuidado del agua que implementaron en aquellos meses de crisis.
Nada ni nadie nos garantiza que no volveremos a estar igual o peor de lo que estuvimos durante los últimos ocho años.
EL RESTO
CARMEN LILIA Y LA REELECCIÓN.- La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con sede en Monterrey, ratificó, por unanimidad de votos, el triunfo electoral de la alcaldesa de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Canturosas Villarreal.
Aunque el impugnante, en este caso el PAN, todavía puede recurrir la sentencia ante la Sala Superior del mismo tribunal federal, los expertos en derecho electoral consideran que no hay la mínima posibilidad de revertir las resoluciones que emitieron, primero el Tribunal Electoral de Tamaulipas y luego la Sala Regional.
De esa manera, la morenista tiene asegurada la permanencia, por otros tres años, al frente del gobierno municipal de Nuevo Laredo, como lo decidieron los ciudadanos en las urnas.
Carmen Lilia ha sido ubicada, recurrentemente, entre los tres alcaldes mejor evaluados del país, lo que fue factor fundamental para que lograra, el pasado dos de junio, su reelección.
El hecho tiene doble mérito, porque la también exdiputada tuvo que resistir los embates de factores fácticos de la región, que apoyaban y operaban abiertamente para la candidata de la oposición.
“EDUCACIÓN, LO MÁS IMPORTANTE”: AMÉRICO.- “Siempre repetiremos que en este gobierno lo más importante es educación, educación y más educación», señaló el gobernador, Américo Villarreal Anaya, al dar, en Jaumave, el banderazo de inicio del nuevo ciclo escolar 2024-2025.
«Para uno, no hay mayor alegría que ver la realización de nuestros niños, la alegría de nuestros niños, el que sus mentes se abran hacia el futuro y hacia el conocimiento, que es uno de los grandes principios de equidad que tiene nuestra nación», dijo al informar que el gobierno invirtió 340 millones de pesos en compra de uniformes y útiles escolares.
ASÍ ANDAN LAS COSAS.