Enrique Diez Piñeyro Vargas
En cuestión de horas seremos testigos del desenlace electoral en dos estados de la República Mexicana. Serán la últimas elecciones que habrán de realizarse previo al proceso electoral 2023-2024, en el que se disputará la madre de todas las elecciones con el relevo presidencial. En una colaboración anterior analizamos el arranque de las campañas en estas entidades con sus participantes y posibles escenarios. Como sabemos, el Partido Revolucionario Institucional se juega sus dos últimas gubernaturas como partido único en el poder, solo que ahora aliado electoralmente con el PAN y el PRD. El PRI es el único partido con verdadera fuerza política en estos estados, lo que motivó a que fuera este instituto político quien postulara en ambas candidaturas a militantes emanados de sus filas.
En el estado de Coahuila, por parte de la alianza Va x México (PAN-PRI-PRD), se presenta un joven talento como Manolo Jiménez Salinas. Manolo cuenta con los antecedentes de pertenecer a una familia proveniente del sector empresarial, de haberse desempeñado como diputado local, presidente municipal de Saltillo y Secretario de Desarrollo Social en el estado. Este contendiente se supo consolidar como el puntero en todas las mediciones realizadas hasta este momento gracias a una campaña fresca, dinámica, de cercanía con la gente, y apoyada por la buena imagen del actual gobernador del estado, Miguel Riquelme Solís. Manolo logró desmarcarse de los señalamientos que lo vinculan directamente con el grupo de poder encabezado por Rubén Moreira Valdez, así como las acusaciones por parte de sus opositores de tráfico de influencias con empresas de familiares dedicadas a bienes raíces.
Por el lado del partido Morena, el actual senador de la República con licencia, Armando Guadiana Tijerina, conocido por sus actividades empresariales en el rubro de la minería en la región norte del país, nunca pudo realizar un proselitismo que le permitiera ascender en las preferencias durante el periodo constitucional de campaña. Para desgracia de este candidato, un personaje impresentable como Ricardo Mejía Berdeja vino a romper toda la unidad que se tenía en el seno de la ahora frustrada Coalición Juntos Haremos Historia por Coahuila, provocando que quienes manejan al Partido del Trabajo, confiando en las cifras maquilladas del aspirante antes mencionado, tomaran la decisión de postularlo como su candidato, dejando sin efecto el acuerdo nacional de ir juntos en la contienda.
Lo anterior originó una lluvia de descalificaciones entre ambos contendientes, mismas que solo ocasionaron que sus propuestas de gobierno pasaran desapercibidas, situación que únicamente benefició al candidato priísta. Y por si eso no fuese suficiente, después de todo el desgaste causado por esa falta de consensos, de última hora la dirigencia nacional del PT decide sorpresivamente abandonar a su candidato y ahora tener que convencer a sus simpatizantes para que acudan a votar, pero ahora por Armando Guadiana Tijerina. ¡Increíble!
Si le sumamos también la situación suscitada con la cúpula nacional del Partido Verde Ecologista de México, que al verse presionados desde Palacio Nacional intentaron recomponer su pésima decisión de realizar una disfrazada alianza con un partido local y postular a un completo desconocido como Lénin Pérez Rivera. Este candidato con nula posibilidad de sobresalir en la elección únicamente se volvió un dolor de cabeza para el PVEM, ya que ahora su dirigencia estatal hace omiso a los dirigentes a nivel nacional, quienes no supieron cómo corregir su error de cálculo y pretendieron obligar a última hora a Pérez Rivera, para que declinara en favor del partido Morena. Sin embargo, todo este clima enrarecido levanta muchas dudas, ya que el origen de la presión a los dueños del Verde Ecologista proviene desde el momento de haber quedado evidenciados al existir por debajo de la mesa una negociación para apoyar el proyecto de Manolo Jiménez Salinas. ¡Una auténtica romería!
Basándonos en todo lo anterior, nuestro pronóstico se inclina por Manolo Jiménez Salinas. El candidato del PRI obtendrá una cómoda victoria con una diferencia que puede variar entre los dieciocho a veintidós puntos de ventaja sobre su más cercano contendiente. No tendrá ningún problema en obtener su constancia de mayoría que lo acredite como gobernador electo para el periodo 2023-2029. Esta elección claramente será impugnada por parte de sus oponentes. Sin embargo, estimamos que sus argumentos carecerán de fundamentos que pudiesen impedir a Jiménez Salinas gobernar a su estado los próximos seis años.
El Estado de México, sin duda, acaparó todos los reflectores durante este proceso electoral. La entidad federativa poblacional y económicamente más grande del país será gobernada por primera vez en su historia por una mujer. El último gran bastión priísta perteneciente al grupo Atlacomulco se juega todo su capital político con la candidatura de Alejandra del Moral Vela, una talentosa mujer que se ha desempeñado como diputada local, diputada federal, presidenta municipal de Cuautitlán Izcalli, presidenta del CDE del PRI mexiquense en tres ocasiones y ha ocupado las Secretarías del Trabajo, Desarrollo Económico y Desarrollo Social en el estado. Durante esta campaña, Alejandra tuvo que cargar con el desgaste de la marca de su partido, el distanciamiento con la dirigencia nacional encabezada por Alito Moreno, la poca credibilidad del panismo local, la inexistencia del PRD como partido en el estado, y un PANAL de membrete. Si bien es un excelente perfil que llamó poderosamente la atención por desarrollar una campaña frontal, su estrategia dependió en todo momento de los errores que pudiera cometer su adversaria durante el proceso.
La maestra Delfina Gómez Álvarez vuelve a competir por la gubernatura del estado por parte de la –ahora sí– coalición Morena PT y PVEM. En estos momentos todas las mediciones la colocan al frente de las preferencias electorales gracias al respaldo mediático que le otorgó el Presidente de la República, al ser una de las personas más allegadas. Se ha desempeñado como presidenta municipal de Texcoco, diputada federal, senadora de la República y Secretaría de Educación Pública Federal. Es la maestra Delfina quien ahora tiene de su lado todo el apoyo del aparato gubernamental federal, los programas sociales, recursos económicos ilimitados y toda la estructura del partido Morena a su disposición.
Durante este proceso electoral fuimos testigos de una campaña de contención por parte de los estrategas de la maestra -Horacio Duarte Olivares e Higinio Martínez Miranda- quienes no cometieron el error de exponerla. Fueron muy cuidadosos en prepararla para los dos debates celebrados, mismos que pasaron desapercibidos, así como manejar muy selectivamente las entrevistas donde asistiera la candidata. Se hizo sentir en todo momento la fuerza territorial en sus eventos masivos, demostrando el músculo político de sus operadores, así como manejar adecuadamente una narrativa de ser la competidora puntera en las encuestas, sin caer en confrontaciones con su contendiente.
Como se había comentado en la anterior colaboración donde abordamos este tema, es importante no perder de vista el papel que jugará en la jornada electoral el actual gobernador mexiquense Alfredo del Mazo Maza, en quien siguen recayendo señalamientos de mantenerse al margen en la elección a cambio de entregar el estado al partido político del presidente López Obrador, lo que le representaría la garantía de poder irse a su casa y gozar de total impunidad. Sin embargo, es importante precisar que quienes cuentan con una fuerza real histórica de injerencia en las elecciones locales son los miembros de la cúpula empresarial mexiquense, mismos que en este proceso podrían acordar con el Presidente, o bien, hacer sentir su fuerza sabiendo que la administración pública federal de Andrés Manuel pronto transitará a su etapa final. Otro punto a considerar es el papel injerencista del ex presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien no ha sido molestado por el gobierno de la 4T.
En el pronóstico para el Estado de México, si bien no será con la abrumadora y apabullante diferencia que marcan la gran mayoría de las encuestas y mediciones, la victoria recaerá en la maestra Delfina Gómez Álvarez. Creemos que el triunfo de la candidata de Morena se dará con un margen que oscilará entre los seis a diez puntos porcentuales. Se vendrá una intensa lucha en el territorio el día de la jornada electoral, lo que motivará a que la diferencia entre ambas candidatas se reduzca. Al final, de igual forma que en el estado de Coahuila, el partido perdedor recurrirá a las instancias correspondientes con la pretensión de impugnar la elección.
Resultado final: Coahuila para el PRI, Estado de México para Morena.
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“El que llega primero al campo de batalla espera fresco la llegada del enemigo para combatir. Quien llega tarde al campo de batalla tiene que apresurarse y llega exhausto al combate”: Sun Tzu, El arte de la guerra