Enrique Diez Piñeyro Vargas
Por fin regresaron de sus merecidas vacaciones los flamantes dirigentes de los partidos políticos de oposición como el PAN, PRI y PRD, Marko Cortés, Alito Moreno y Jesús Zambrano, respectivamente. El pasado lunes, el gran anuncio se daba a conocer por parte de los flamantes líderes opositores en relación al método que el ahora Frente Amplio por México habrá de implementar para seleccionar al perfil que habrá de abanderar esta causa como su candidata o candidato rumbo a la elección presidencial en el 2024.
Cayendo en el juego perverso del presidente López Obrador, los partidos opositores y las organizaciones civiles que acompañan a este proyecto no tuvieron más remedio que adelantar su reloj político, dejando en un segundo plano las descalificaciones al proceso sucesorio de Morena y sus aliados con interpretaciones a modo en relación a la legislación electoral vigente, viéndose en la necesidad de adoptar un método interno de selección que, aunque en su estructura pinta distinto e incluso novedoso, en el fondo no deja de ser lo mismo que vienen realizando las corcholatas presidenciales desde hace dos semanas a lo largo y ancho de territorio nacional.
Si bien es cierto que los simpatizantes del partido Morena y sus aliados argumentan que este proceso interno tiene como propósito ungir a quien se convertirá en el Coordinador Nacional de los Comités de la Defensa de la 4T, el cual es un cargo inexistente dentro de sus estatutos internos, ahora, los opositores con el amparo de la Ley General de los Partidos Políticos en su artículo 86, constituyen el citado frente, con el cual realizarán un proceso de selección para elegir a quien obtendrá el membrete de Responsable Nacional de organizar el Frente Amplio por México. Como se dice coloquialmente en el argot futbolero: estuvo bien bajado ese balón.
En referencia al citado método a implementar por el Frente Amplio por México, habrá de conformarse un comité organizador y un observatorio ciudadano, con la misión de vigilar que cada una de las etapas se desarrolle con certeza legal y transparencia. La primera etapa comenzará el martes cuatro de julio, con el registro de las y los ciudadanos que quieran participar para convertirse en la o el “Responsable”. Estos registros tendrán verificativo ante las comisiones correspondientes tanto del PAN, PRI y PRD. Concluido este periodo se dará a conocer a las y los participantes registrados.
Es importante precisar que quienes se inscriban en esta primera etapa deberán ser respaldados por militantes, simpatizantes o integrantes de la sociedad civil, a través de una plataforma electrónica que iniciará desde cero con un registro de hasta 200 mil firmas. Concluido el periodo de registro de aspirantes, se dará a conocer el nombre de quienes cumplieron con el mínimo apoyo social requerido y pasarán a la etapa número dos. Es en este paso donde varios aspirantes han dejado los rayones en el camino y han optado por declinar, con el argumento que un aspirante que no cuenta con una militancia partidaria tendrá múltiples dificultades para cumplir con el citado requisito.
En esta segunda etapa, los perfiles participarán en un primer gran foro para discutir y analizar su visión sobre México; donde será prioritaria la participación ciudadana, la cercanía con expertos y la opinión pública. También serán incluidos en los estudios de opinión pública, que servirán para elegir a tres personas con el mayor respaldo social. Estos tres perfiles con mejores resultados en los estudios de opinión pasarán como finalistas a la siguiente etapa. Hasta aquí, para todas y todos aquellos que disfrutan del reality show de “La Casa de los Famosos”, más o menos queda clara la dinámica.
En la tercera y última etapa, los finalistas deberán asistir a cinco foros regionales a desarrollarse en ciudades que convergen los estados de la república en conformidad con las cinco circunscripciones. También participarán en estudios de opinión pública, donde los resultados se publicarán el domingo tres de septiembre, misma fecha en la que se realizará una consulta directa a las y los ciudadanos que se registraron previamente en la plataforma. Una vez concluido este ejercicio, se darán a conocer los resultados finales, tanto del estudio de opinión, como de la consulta ciudadana, que tendrán el mismo valor, y se anunciará el nombre del gran ganador como próximo Responsable Nacional de la Organización del Frente Amplio por México.
Sin abundar en el cuestionario de cincuenta preguntas enviado por la senadora Lily Téllez a los responsables de este método, las cuales nunca tuvieron acuse de recibo y menos respuestas, surgen interrogantes básicas que han creado incertidumbre para los ciudadanos que en su momento tendrán el deseo de participar. Por citar un ejemplo; si partimos en el entendido que únicamente podrán votar en la consulta directa todo aquel que haya manifestado previamente su apoyo vía firma en la plataforma electrónica, la pregunta constante de muchos ciudadanos consiste en cuántos centros de votación se instalarán en toda la República Mexicana para emitir el sufragio.
Considerando que en teoría se instalarán 300 mesas receptoras del voto, tomando como base las 300 cabeceras distritales federales en las que está dividido electoralmente nuestro país, supongamos que un ciudadano cuyo domicilio registrado ante el INE se encuentra en un ejido perteneciente al municipio de Bustamante, el cual, es un municipio correspondiente al VI Distrito Electoral Federal con cabecera en El Mante. ¿Qué va a pasar con esta persona? Tendrá que trasladarse a emitir su voto a la única mesa receptora que se instalará en El Mante, y para eso, su trayecto por la vía más corta considerando su salida desde la cabecera municipal de Bustamante a la urbe cañera atravesando la sierra es de aproximadamente dos horas y 55 minutos. ¡Es una completa locura!
En siguientes colaboraciones estaremos analizando el desarrollo de ambos procesos internos, tanto de Morena sus aliados, como del Frente Amplio por México. Será muy importante que impere el respeto a las leyes electorales, ya que el INE ha sido incapaz de poner orden hasta el momento. Los órganos electorales deberán de comportarse a la altura de las circunstancias si en realidad aspiran a tener credibilidad a la hora de emitir resoluciones, algo que ha estado muy alejado a la realidad en los últimos procesos electorales.
