Oscar Pineda.-
En Morena se encendieron los focos rojos en el municipio de Victoria ante la falta de un liderazgo sólido que pueda representar al partido en las elecciones locales del próximo año, concretamente en la competencia por la alcaldía.
La preocupación de los dirigentes morenistas es real ante los pobres resultados de la administración municipal y el cada vez más evidente hartazgo ciudadano por la cantidad de fallas del gobierno capitalino.
Versiones al interior de Morena señalan que en los últimos sondeos que han realizado para medir el grado de aceptación de sus probables candidatos, en todos se percibe una caída libre para el alcalde Eduardo Gattas Báez.
El problema es que ni siquiera los grandes apoyos que le envió el gobierno del estado al municipio de Victoria han mejorado la percepción de la población en cuanto al mal desempeño de la autoridad local, lo cual indicaría que el verdadero conflicto está al interior de la administración municipal.
Comentan además que en el cuarto de guerra guinda han llegado a considerar un plan B y plan C, en caso de que en la última encuesta para toma de decisiones la percepción siga como hasta ahora, cosa que parece inminente; si no cambió en dos años de administración no cambiará en dos meses, incluso, podría empeorar.
Se dice que una salida decorosa sería incorporar a Gattas a un cargo en el gabinete estatal, quizá alguna subsecretaría o una dirección general, como hicieron los panistas para desmarcarse a Xico González. La diferencia es que el PAN lo hizo demasiado tarde.
A medida que se acerque la decisión de Morena, se irá poniendo cada vez más interesante y sabremos si Lalo Gattas sigue siendo la primera opción del partido guinda aun conociendo los riesgos de perder por el voto de castigo.
EL PERSONAJE
Recientemente se reunió el alcalde Mario López “La Borrega” con el gobernador Américo Villarreal Anaya, para tratar asuntos de suma importancia.
Aunque la reunión fue a puerta cerrada trascendió que “La Borrega”, trajo su carta de Navidad con los deseos para su municipio.
En la lista de deseos está la de poder competir por un cargo de elección popular federal y también la de poner a su candidato o candidata a la presidencia municipal.
El asunto es que, dicen los enterados, Mario López no acepta la idea de que su sucesor pudiera ser el diputado Alberto Gradados Favila, todos menos él, habría dicho el todavía alcalde de Matamoros.
¿Será que lo dejen competir y poner al candidato a la alcaldía?, se antoja difícil, sobre todo si consideramos lo que está ocurriendo en Reynosa, donde MORENA tiene como premisa no permitir el acaparamiento de posiciones políticas.
POSDATA…
Un punto esencial antes de iniciar una campaña política es EL CONFESIONARIO, en él se enumeran todos los pecados y travesuras del aspirante, para que a la hora de la hora no haya sorpresas. Tal parece que algunos aspirantes no están tomando en cuenta este valiosísimo apartado.
Toda crisis es manejable, siempre y cuando el encargado de la estrategia tenga claro a lo que se enfrenta, ocultar los pecados debajo de la alfombra no los borra.