Felipe Martínez Chávez
Son historias que generan indignación y no deberían repetirse por ningún motivo. La autoridad fiscalizadora y la ciudadanía deben estar atentos a lo que suceda entre el dos de junio y último de septiembre del presente.
El motivo es evitar destrucción y robo descarado de bienes públicos, cometidos por gobiernos municipales que se van, porque los alcaldes no pudieron heredar a sus compadres y amigos.
En las últimas décadas se han dado varios casos, pero tres son los principales según datos históricos.
En 1977 Carlos Cantú Rosas no pudo imponer a Mario Humberto Pohl Solís como sucesor, vía PARM. Perdió en las urnas y, al retirarse, destruyeron los camiones de limpia metiéndoles azúcar en el tanque de combustible, como lo publicó ampliamente la prensa.
Al tomar posesión el ganador, Héctor Canales Escamilla, dio cuenta que sus antecesores canturrosistas se robaron todo lo que pudieron.
Triste historia igual para la ciudadanía, la que vivió la capital de Tamaulipas en 1995 al perder el candidato Abelardo Perales Meléndez, del PAN, impulsado por su amigo Gustavo Cárdenas Gutiérrez. Se robaron hasta vehículos y, los que no, les quintaron las llantas. Fue un saqueo despiadado a los bienes públicos.
Hay funcionarios municipales que se robaron los mismos sillones de la sala del ayuntamiento, o los refrigeradores del DIF.
Con toda oportunidad se sabe hoy que algunas planillas no gozan del respaldo popular. Los degastó la pertenencia al cabecismo, o el pueblo se cansó de los cacicazgos de pan y garrote.
Comenzaron las campañas y, por sondeos de opinión y comentarios de la ciudadanía, el gran favorito es Morena y sus aliados Verde y PT. Caerán mitos y minicacicazgos que comenzaron hace 24 años, como en la región cañera. La autoridad deberá vigilar estos temas.
Son aprendices de caciques con los que el Gobierno Estatal en turno no puede sentarse a negociar posiciones. Con mínima base social, no están en condiciones de exigir.
Los auténticos viejones de horca y cuchillo desaparecieron con el sempiterno líder cetemista Fidel Velázquez Sánchez y el petrolero Joaquín “La Quina” Hernández.
A cómo va la tarde, la alianza Seguiremos Haciendo Historia alcanzaría más de la mitad de las presidencias municipales y hasta las dos terceras partes de los escaños en el Congreso, para acabar con grupos de poder fácticos surgidos de amenazas y dádivas.
No hay que echarlo en saco roto. Se pintarían de guinda municipios donde, en los últimos años, se les ha negado a los ciudadanos la libertad de elegir libremente como en El Mante, Xicoténcatl y Antiguo Morelos, virtualmente propiedad de familias que se van heredando la chamba.
No fue sorpresa la publicación de la empresa Electoralia, este lunes 15, de una encueta en que augura que Morena y socios alcanzarán en El Mante el 45 por ciento de los votos para su candidata Patricia Chío, por 30 para el alcalde Noé Ramos Ferrétiz, quien busca la reelección a nombre del panismo.
Si el escenario se replica el dos de junio, será el adiós de los bandidos del presupuesto que administraron las tesorerías de esos así Ocampo, Nuevo Morelos, Tula, González y Gómez Farías, entre otros, como si fuera la “caja chica” de sus necesidades personales.
Hay tiempo para vigilarles manos y uñas.
Ni fue sorpresa el sondeo en Soto la Marina, que anticipa -si hoy fueran las elecciones-, que el alcalde “Toñito” Medina, ahora como independiente, se encamina a la derrota. Un 48 por ciento manifestaron intención de votar por Glynnis Jiménez Vázquez, de la alianza 4T, y 38 por el muchacho.
Igual en el municipio marsoteño hay experiencias poco gratas de 1984, luego de la madre de todas las batallas entre PRI y PST, en que al final ocupó la presidencia Teodoro Herrera Sosa, más tarde encarcelado.
Elemento adicional para decir que muchos van a perder, es la intención del voto a favor de Claudia Sheinbaum, en 57 por ciento, contra 26 de Xóchitl Gálvez, según la propia empresa Electoralia.
Malas experiencias cuando la ciudadanía no elige a un alcalde de las preferencias del que se va. Viene la destrucción de bienes públicos y saqueo.
Hay municipios que se encaminan a la alternancia “sin necesidad de disparar un solo tiro”, como dicen los cronistas policiacos. Están los del altiplano y la zona cañera.
Sobre aviso no hay engaño. En 2004 el panista Fernando Pedroza Chaverri y uno de sus cuñados, de El Mante, hasta pidieron prestado a usureros para seguir el saqueo. El primero cayó al bote, pero nunca lo hicieron “vomitar” los latrocinios.
Si la coalición Seguiremos Haciendo Historia gana Xicoténcatl con Marcos Zuviri Rivera, como se encamina, deberá vigilar qué le entregan.
Antes de irnos, estudiantes de la UAT se trajeron primeros lugares de la maratón de conocimientos Anfeca (escuelas de contaduría y administración) en la competencia regional efectuada en Torreón Coahuila, donde se midieron además con similares de Nuevo León.
Participaron más de 300 universitarios y docenes asesores, que se ganaron el pase a etapa nacional que se realizará en Aguascalientes. Sin duda alentador para la casa de cultura.
