Ma. Teresa Medina Marroquín
NO DEBE HABER MOTIVO PARA LA CONFUSIÓN; LA CIUDADANÍA EXIGE CUENTAS CLARAS
Debe ser más que claro que ocuparse del tema del aún alcalde de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, alias “Makito”, va más allá de una cascada de litigios en fiscalías, tribunales, medios de comunicación y redes sociales.
Es en términos reales un expediente público que no sólo ya es una ociosidad abordarlo, sino que le tira más a perder el tiempo de la ciudadanía que pide solamente que sus gobiernos rindan cuentas puntualmente.
Tiempos electorales son los que se viven con un espantoso tufo a politizar todo cuanto se mueva en los asuntos públicos, como si quienes nos gobernaran no tuvieran un mandato expedido por el pueblo desde las urnas.
Y como si los candidatos de los diferentes partidos políticos carecieran absolutamente de por lo menos inteligencias básicas a fin de presentarle a la gente una serie de propuestas relevantes.
Aquí en Tamaulipas basta decir que los proyectos del Gobierno del Estado que encabeza el Dr. Américo Villarreal Anaya van encaminados hacia el cumplimiento de sus compromisos contraídos con la ciudadanía.
Ello a pesar de que los pasados con los que se ha encontrado este gobierno morenista son todo un desafío a la ley y a la razón, porque francamente no se entiende, de acuerdo a las denuncias presentadas, que el terrible nivel de corrupción haya llegado a esos extremos.
¿LOS AMPAROS PODRÍAN SER SINÓNIMOS DE IMPUNIDADES Y LABERINTOS?
A ese fenómeno que todo mundo conoce como corrupción, este gobierno estatal también tiene que enfrentar a todo aquello que se inscribe en las complicadas y sofisticadas tareas a las que se enfrentan los modernos gobernantes.
Todas y todos sabemos que esa complejidad de investigar al pasado en medio de un camino convertido en un laberinto oscuro y tétrico, donde en infinidad de ocasiones la defensa de quienes lo “construyeron” es recurrir a los amparos ante los jueces federales, y salir impunes aparentemente, entorpece, estorba y bloquea la acción de una justicia que no tiene de pronto el poder que la Constitución de la República le ha consagrado en la forma de mecanismos y legislaciones que no deberían estar aprisionados en esas trampas judiciales.
UN SISTEMA POLÍTICO QUE DEBE DEJAR ATRÁS LA VIOLENCIA PARA ALCANZAR EL PODER
Pero ese es el poder que, paradójicamente, esas mismas legislaciones les han otorgado a quienes han saqueado las arcas públicas, de tal suerte que, si el país se ve en peligro de ser lanzado hacia esos precipicios de confusión e injusticia, es porque originalmente así fueron trazados, se supone deliberadamente.
Por lo pronto lo que el país entero espera de todas y todos sus candidatos a la Presidencia de la República, gubernaturas, senadurías, diputaciones federales, alcaldías y diputaciones locales, y a pesar de la enloquecedora repetición que no pocas y pocos aspirantes traen en sus campañas, como retahílas de hablar lo mismo de hace más de medio siglo, es que tengan la capacidad de impulsar una urgente reproducción democrática.
Que ese sistema político deje la violencia tal cual ocurrió en horas recientes en Celaya, al ser asesinada la candidata de Morena a la Presidencia Municipal, Gisela Gaytán.
¿Qué debe seguir entonces? Que de inmediato ese sistema político encare la violencia, que se capturen a todos los que hacen del crimen un modo de hacerse del poder y que los silencios gubernamentales no sean la nueva manera de echarle tierra a las tragedias, cuyos muertos deben estar clamando justicia desde el más allá.
AVALA UAT FORMACIÓN DE MÉDICOS ESPECIALISTAS RESIDENTES
La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) reafirma su compromiso con la formación de profesionales de excelencia en el campo de la salud, al avalar a 18 médicos especialistas que concluyeron exitosamente su residencia en el Hospital General de Matamoros, provenientes de diversas regiones del país.
¡Feliz miércoles!
[email protected], @columnaorbe
