
Ma. Teresa Medina Marroquín.-
Cuando en Tamaulipas se pensaba (en público pero también en privado) que por causas imputables al pasado gobierno se acercaba –sin remedio—una época terrible, laberíntica y ominosa, el pueblo reaccionó.
Y a pesar de que la gente se estaba tardando un “poquito” en reaccionar, siempre no se prolongó que nuestra entidad transitara por el callejón de las calamidades, pasando a un tiempo donde de pronto, gracias a Dios, se respiran aires de decencia política.
Eso, sin embargo, tenemos que decirlo, no borra y mucho menos desintegra los efectos casi diabólicos de ese pasado que el actual poder señala, supongo, con los pelos de la burra parda en la mano.
Comenzando por el amago, el maltrato y la soberbia del “yo soy el dueño del poder”, por lo que quedará por muchos años, a la vista (y a las narices) de todo el pueblo, así como a la intemperie, la peste de ese veneno.
Por esa causa el discurso del gobernador Américo Villarreal Anaya, en su primer informe de labores, fue el equivalente a un terremoto y a una erupción volcánica de acusaciones públicas y fundadas contra el sexenio de Francisco García Cabeza de Vaca.
¿ACUSACIONES QUE SIGNIFICAN QUÉ?
Para los más entendidos, diríase que se trata de una advertencia de que a la voz de ya el ex gobernador panista debe echarse a correr, lo más rápido y lejos posible.
Y es que, entiéndase algo:
Américo Villarreal Anaya tiene una forma muy característica de ser: es un personaje pacífico y prudente.
Pero… cuando una persona, como él, con esas cualidades, habla lo que habló antier en su primer informe, es porque el sujeto de quien habló, incluidos sus cómplices, tienen graves problemas.
Y es que no se olvide (independiente de quien sea el primero en ser hospedado en el Penal de Tamatán): Américo Villarreal Anaya es el Gobernador de Tamaulipas, y Cabeza de Vaca ya no es el poderoso que solía ser, ni tampoco tiene el mínimo futuro político en la entidad, mucho menos en el plano nacional.
O sea que el poder es de quien es y este no se comparte con nadie.
Aparte de que las acusaciones son tan graves, que al haber encontrado, sostiene el Dr. Villarreal Anaya, “una administración orientada al latrocinio y a la apropiación de recursos públicos”, perpetrados con una rapacidad y cinismo sin paralelo, lo dice todo.
Alguien debería aconsejarle al ex mandatario del PAN que lo más sano es desaparecer del mapa y hacer lo que la mayoría de los ex gobernadores hacen: cerrar la boca.
Digo, si no quiere que le entren moscas solamente como hasta una tragedia que lo debería tener consternado, espantado, avergonzado, paranoico y viviendo en el despacho de sus abogados.
RECTOR DE LA UAT RECONOCE AL GOBERNADOR
Uno de los personajes más destacados en el tema de la educación superior en Tamaulipas es el rector de la UAT, Guillermo Mendoza Cavazos, quien reconoció el proyecto del gobernador Américo Villarreal Anaya, subrayando que gracias a su trabajo la entidad ha visto mejoras importantes para el bienestar de las familias tamaulipecas.
El rector Mendoza Cavazos fue muy claro al reconocer también que el gobernador Villarreal Anaya ha brindado a los proyectos universitarios un apoyo sin precedentes, resaltando que ya se prepara un plan de obra que transformará físicamente a la Universidad.
TAMBIÉN CON LUCÍA AIMÉ CASTILLO PASTOR
Mendoza trascendió asimismo que con la Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET), a cargo de Lucía Aimé Castillo Pastor, la UAT trabaja en programas relacionados con la salud mental en diferentes temas educativos, mientras que con la Secretaría de Desarrollo Rural, cuyo titular es Dámaso Anaya, se prevé avanzar en el tema de pruebas de laboratorio para el sector ganadero.
¡Feliz fin de semana!
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